Bruselas (Euractiv.com/.es) – Muchos refugiados ucranianos siguen esperando regresar a sus hogares cuando acabe la guerra, pero que lo hagan puede depender más de Bruselas que de Kiev.
Los Estados miembro de la Unión Europea (UE) están a punto de decidir si invierten más en la integración de los refugiados ucranianos o empiezan a preparar su posible regreso, siempre y cuando las condiciones lo permitan.
La Comisión Europea analiza qué marco jurídico aplicar para la protección de los ucranianos. La nueva propuesta podría conocerse este miércoles.
En mayo pasado, Euractiv adelantó los próximos pasos y las conversaciones previstas en torno a posibles «estrategias de salida» de esa protección.
Está en juego el futuro de 4,26 millones de ucranianos protegidos por la Directiva de Protección Temporal (DPT) de la UE a partir de marzo de 2025.
Bruselas activó la Directiva por primera vez en 2022 después de que la invasión rusa desencadenara la mayor crisis de refugiados de Europa desde la Segunda Guerra Mundial: más de 6 millones de ucranianos huyeron al extranjero y otros 3,7 millones fueron desplazados internamente.
En todo el bloque, los ucranianos accedieron rápidamente a vivienda, trabajo, escuelas y atención sanitaria. Moldavia y otros países vecinos siguieron su ejemplo.
Pero, mientras la guerra continúa la situación para los ucranianos ha cambiado. Ya no se trata de por qué deben volver, sino de por qué deben quedarse.
¿Por qué los ucranianos permanecen en la UE?
Según un estudio conjunto de MPI Europe y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), los factores que impulsan a los ucranianos a seguir en sus actuales países de residencia en la UE es una mezcla de elementos personales y prácticos.
La familia, el trabajo o la ayuda lingüística, así como lo que ofrecen los países de acogida, entre otros elementos vivienda o servicios sociales. Ello es debido a que la solicitud de protección temporal de la UE varía de un Estado miembro a otro.
Los retornos de corta duración a Ucrania suelen ser más frecuentes en los países más ricos, probablemente porque el viaje requiere recursos.
Pero cuando se habla de un asentamiento a largo plazo, depende más del apoyo específico que preste el país de acogida en sanidad, vivienda, educación, mercado laboral y bienestar social.
Los refugiados con hijos o familiares ancianos suelen dar prioridad al acceso a una buena asistencia sanitaria, escuelas de calidad y ayudas a la infancia.
El desempleo y la vivienda tienen poco que ver con la permanencia o no de los refugiados a largo plazo, pero el apoyo al empleo es un factor clave: no necesariamente que alguien tenga trabajo, sino que el Estado le ayude a conseguirlo.
Muchos ucranianos están altamente cualificados, pero suelen acabar en empleos mal pagados debido a la burocracia o a las barreras lingüísticas.
Polonia y Alemania suelen puntuar bien tanto en asistencia social como en servicios de colocación, y eso se nota: atraen y retienen a más refugiados.
¿Qué les motiva a volver a casa?
En 2023, el 91% de los refugiados ucranianos aseguraba querer volver a casa algún día a pesar de los constantes riesgos de seguridad, las viviendas dañadas y el acceso limitado a servicios esenciales.
No obstante, un nuevo estudio muestra que esas esperanzas se han mantenido constantes, lo cual no es habitual en crisis de desplazamiento prolongadas, en las que suelen desvanecerse con el tiempo.
Las esperanzas de retorno a largo plazo también han sido constantes en todos los países, y oscilan entre el 80% en Hungría y el 98% en Moldavia.
Un porcentaje menor, en torno al 15%, afirma que tiene previsto regresar pronto a su país, aunque la guerra continúe, aunque a menudo sólo para estancias breves o temporales.
Los planes a corto plazo varían mucho en Europa. En Chequia o Polonia, más del 40% de los refugiados ucranianos aseguran que prevén volver pronto, mientras que en Moldavia esa cifra se reduce a sólo el 1%.
La mejora de la seguridad en Ucrania -a nivel local y nacional- es el principal factor para las decisiones a corto plazo.
Pero los refugiados también mencionan el apoyo del país de acogida y el acceso a servicios clave, oportunidades de empleo y la simple necesidad de volver a casa.
Alrededor del 14% de los refugiados que se encuentran actualmente en Europa proceden de territorios bajo ocupación temporal, y muchos de ellos afirman que su voluntad de regresar dependerá de si esas zonas siguen ocupadas cuando termine la guerra.
Entre los que ya han regresado a Ucrania, menos del 25% afirma poder satisfacer la mayoría o la totalidad de sus necesidades básicas, y muchos siguen encontrando obstáculos para acceder al empleo, la electricidad y otros servicios fundamentales.
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(Editado por Martina Monti/Euractiv.com y Fernando Heller/Euractiv.es)
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