Bruselas (Euractiv.com/.es) – Dos destacados miembros del Partido Popular Europeo (PPE) han advertido al Comisario de Energía, Dan Jørgensen, de que el último borrador de normativa de Bruselas para la producción de hidrógeno «bajo en carbono», cuyo contenido fue divulgado hace pocos días, no obtendrá el respaldo del grupo político de centroderecha, el mayoritario en Estrasburgo.
Christian Ehler, responsable de política industrial del PPE, y su colega Andrea Wechsler instaron la semana pasada a Jørgensen a revisar lo que califican de «restrictivo e inviable» acto delegado relacionado con las normas del mercado del gas adoptadas el año pasado.
Según el proyecto de legislación secundaria de Bruselas, el hidrógeno «bajo en carbono» se define como producido a partir de fuentes de energía no renovables, pero que tiene al menos un 70% menos de emisiones de gases de efecto invernadero que la producción tradicional a partir de combustibles fósiles, normalmente gas natural.
La Comisión Europea realizó una consulta sobre el proyecto inicial de criterios, tras la cual a finales de abril se envió una nueva versión a los Estados miembros, que prevé normas más estrictas para la producción de hidrógeno a partir de metano, y no menciona la fecha de 2028 para permitir una certificación clave de los acuerdos de compra de energía nuclear (PPA, en la jerga técnica).
Los eurodiputados del PPE advierten -en una carta fechada el 13 de mayo a la cual ha tenido acceso Euractiv- que la aplicación de los estrictos criterios propuestos en el último borrador «pondría en peligro la resistencia industrial, los objetivos climáticos y la autonomía estratégica de Europa».
Ehler y Wechsler sostienen que la Comisión Europea debería permitir a los productores de hidrógeno utilizar electricidad «procedente de todas las fuentes con cero o bajas emisiones», incluidas la nuclear y las «renovables no adicionales».
Esa mención parece ser una referencia al principio de «adicionalidad» aplicado a la producción de hidrógeno verde -el hidrógeno producido utilizando electricidad renovable- pero sólo cuando se despliega nueva capacidad de generación específica para producirlo.
Los eurodiputados alemanes también rechazan una mayor huella de carbono atribuida por defecto al gas natural, y sostienen que las normas europeas no deben «poner en peligro las importaciones» de socios comerciales cruciales.
Por ello, piden que los proyectos de hidrógeno queden exentos de las normas de información del Reglamento sobre el metano en los casos en que la decisión final de inversión se haya tomado antes de agosto de 2028.
Además, ambos eurodiputados aseguran que algunos métodos de producción de hidrógeno con bajas emisiones de carbono -basados en metano, gases industriales y captura y almacenamiento de carbono- están discriminados de una manera «ni científicamente justificada ni políticamente aceptable».
Una vez que el ejecutivo de la UE adopte el acto delegado, los Estados miembros y el Parlamento Europeo podrán decidir si lo rechazan, durante un periodo de análisis oficial del documento.
La Comisión Europea y los representantes nacionales se reunieron el lunes de la semana pasada para debatir el proyecto de normativa, aunque no hubo resultados tangibles.
Sin embargo, una fuente diplomática comentó que los gobiernos de los socios comunitarios no mostraron, en principio, un rechazo a la iniciativa.
«En el Consejo no ha surgido ninguna postura firme, lo cual es positivo porque nos acerca a una rápida adopción», declaró la fuente.
Euractiv acto delegado sobre bajas emisiones de carbono
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(Editado por RH/AW/Euractiv.com y Fernando Heller/Euractiv.es)
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