¿Espías rusos en el balneario checo de Karlovy Vary?

Praga (Euractiv.com/.es) – Una iglesia ortodoxa rusa de la emblemática ciudad-baleario checa de Karlovy Vary fue utilizada por agentes rusos para reuniones encubiertas y operaciones de influencia destinadas a desestabilizar la Unión Europea (UE) según ha revelado la inteligencia checa.

Los agentes de la agencia de inteligencia militar rusa GRU celebraron reuniones secretas en Karlovy Vary, en Bohemia Occidental, según el Servicio de Información de Seguridad checo (BIS).

Según funcionarios del BIS, algunas reuniones estaban directamente relacionadas con acciones hostiles contra Estados miembros de la UE.

«No se trata de una iglesia en el sentido tradicional, sino que forma parte de la maquinaria del Kremlin», declaró este fin de semana el ministro checo de Asuntos Exteriores, Jan Lipavský, a la Agencia Checa de Noticias.

«Más que una labor espiritual, sus esfuerzos están dirigidos a servir a los intereses del Estado ruso», subrayó.

El ex jefe de la parroquia de la ciudad, Nikolai Lishchenyuk , fue expulsado del país el año pasado por motivos de seguridad nacional.

Funcionarios locales lo  calificaron de «fiel emisario del Kremlin», que utilizaba su cargo religioso para difundir propaganda contra Ucrania y Occidente.

El BIS cree que la parroquia de Karlovy Vary funcionaba como un podvorje, una embajada de facto del Patriarcado de Moscú, dirigido por el Patriarca Kirill, un aliado del presidente ruso, Vladimir Putin, que fue incluido en la lista de sanciones checas en 2023.

Poco después de la expulsión de Lishchenyuk, la Iglesia Ortodoxa Rusa se apresuró a blindar legalmente sus propiedades en Chequia de las sanciones nacionales.

La propiedad de la iglesia de San Pedro y San Pablo y de la cercana y valiosa Villa Sofía en Karlovy Vary se transfirió discretamente a la rama húngara de la Iglesia.

La Oficina Checa de Análisis Financiero intentó intervenir, pero no pudo impedir la operación, según reveló el medio de investigación checo Odkryto.cz.

Ahora las operaciones de la Iglesia en Chequia son supervisadas por Hilarión, un controvertido ex obispo de Budapest y confidente íntimo de Kirill.

Hilarión figura en la lista de sanciones de Ucrania y ha sido acusado por un antiguo asistente de conducta sexual inapropiada y gastos suntuarios, según informó el medio independiente ruso en el exilio Novaya Gazeta.

Hilarion rechazó las acusaciones de conducta sexual inapropiada calificándolas de «infundadas».

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(Editado por CS/Owen Morgan/Euractiv.com y Fernando Heller/Euractiv.es)

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