Meloni se juega la carta europea en el «póker arancelario» de Trump

Washington/Roma/Bruselas (Euractiv.it/.com.es) – La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, se encuentra desde este miércoles en Washington para una reunión bilateral crucial con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y en su maleta ha traído además de su agenda nacional, con las prioridades de Roma, herramientas de «seducción» política para intentar desactivar la guerra arancelaria transatlántica.

La agenda de Meloni es muy apretada, y ajustada.

En las próximas 24 horas, Meloni tiene previsto reunirse con Trump y con el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, y estar de regreso en Roma para el Viernes Santo.

«Sin presión, como se puede imaginar», comentó Meloni (Fratelli d’Italia/ECR) poco antes de emprender el viaje a Washington.

A pesar del tono irónico, su afirmación no es del todo creíble: «es un momento difícil», admitió.

«Lo haremos lo mejor que podamos; vamos a ver qué tal», agregó la jefa del gobierno de derechas (Fratelli d’ Italia, Forza Italia/PPE) y La Liga/ENS, del «ultra» Matteo Salvini).

Pero tras esa aparente modestia se esconde un juego de poder.

La buena sintonía personal de Meloni con Trump no es ningún secreto: y podría ser ahora un arma de «seducción» política.

La jefa de Gobierno ha mantenido varias reuniones con Trump, que la considera una especie de «musa» política: ha asistido a los mítines del Republicano y ha adoptado sin tapujos la «visión trumpiana» del nuevo orden global.

Trump le ha devuelto los elogios, y la ha calificado de «líder y persona fantástica».

De hecho, fue la única jefa de gobierno de la Unión Europea (UE) invitada a su segunda toma de posesión en enero pasado.

No obstante, es probable que cualquier muestra de excesiva cercanía de Meloni con Trump contribuya a polarizar aún más a los socios europeos, aunque en Bruselas muchos se muestran optimistas, con cautela.

«Estamos bastante tranquilos», comentó el miércoles un diplomático de la UE, «y si Meloni utiliza su química personal con Trump en beneficio de la UE, mejor», agregó.

«Creo que para la UE es clave que (Meloni) se ciña a nuestro enfoque conjunto, especialmente en el tema comercial», comenta otro diplomático del bloque comunitario.

«En un escenario ideal, (Meloni) puede aprovechar su posición privilegiada con Trump para un resultado positivo para todos nosotros», subraya.

Roma ha dejado claro que Meloni no piensa desmarcarse de la posición oficial de la UE y de la Comisión Europea (responsable de las negociaciones comerciales).

De hecho, Meloni ha coordinado su viaje con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, con quien ha mantenido varias conversaciones telefónicas: la última poco antes de tomar el avión a Estados Unidos.

¿Qué hay sobre la mesa de negociación?

Meloni y sus ministros han acordado plantear varios puntos en la reunión: aranceles, objetivos de gasto en defensa en el marco de la OTAN, aumento de las importaciones de gas natural licuado estadounidense (GNL), cooperación industrial, coordinación de políticas sobre China y apoyo a Ucrania.

En una entrevista reciente con Euractiv, Carlo Fidanza, líder de Fratelli d’Italia en el Parlamento Europeo, subrayó que el principal objetivo de Meloni es reducir, y si fuera posible,  eliminar, los aranceles estadounidenses a los bienes industriales europeos.

También abordará los conceptos erróneos -planteados por Trump- en torno al IVA europeo y los cálculos distorsionados de Estados Unidos sobre el superávit comercial del bloque europeo.

Evitar los aranceles de Trump es esencial para Italia, que roza la recesión, y cuya industria, muy orientada a la exportación, está directamente golpeada por las políticas proteccionistas del líder Republicano.

Es probable que el arancel del 25% impuesto por Trump a los automóviles, que entró en vigor el mes pasado, provoque una fuerte reducción de ganancias, respecto a los 5.200 millones de dólares (4.600 millones de euros) de ventas de automóviles italianos en 2024 en el país norteamericano.

Trump ha amenazado en varias ocasiones con imponer aranceles «importantes» a los productos farmacéuticos, lo cual también podría perjudicar gravemente a la industria farmacéutica italiana.

Con tantos intereses comerciales exclusivamente italianos en juego, Trump y Vance podrían intentar desviar a Meloni de su misión europea, con ofertas específicas para Italia.

«Es probable que Trump quiera tentar a Meloni y dividir a Europa», explica a Euractiv Cinzia Alcidi, investigadora del Centro de Estudios Políticos Europeos.

«La cuestión es: ¿qué puede poner sobre la mesa que pueda ser tan tentador?», se pregunta.

La «oferta china» de Trump

Pero más allá de la economía, el panorama es mucho más amplio: se juega la posición estratégica de Europa en un contexto de movedizas alianzas globales.

En ese sentido, Fidanza interpreta la reciente pausa temporal arancelaria de Trump como una señal del mayor interés de Estados Unidos en formar un frente económico occidental cohesionado frente a la potencia industrial de China.

Desde la perspectiva de Roma, los recientes acercamientos de Bruselas a China parecen algo ingenuos.

Según Alcidi, Trump podría hacer concesiones arancelarias a cambio de que la UE adoptara una línea más dura con China.

«Meloni no puede prometer nada en nombre de la UE», subraya Alcidi. Sin embargo, la jefa de gobierno italiano «tiene sin duda más afinidad con Estados Unidos que con China», añade.

Esa «afinidad» es tan ideológica como económica: Italia exportó el año pasado a China bienes por valor de 14.600 millones de euros , frente a los 61.700 millones que exportó a Estados Unidos, según datos de la ONU.

Tres posibilidades

Trump es impredecible, y sus conferencias de prensa en el Despacho Oval con líderes mundiales suelen ser erráticas.

No obstante, hay tres resultados teóricamente posibles de la nueva visita de Meloni, según Lorenzo Castellani, analista político de la Universidad LUISS.

Trump podría hacer declaraciones vagas, como hizo con el presidente francés Emmanuel Macron y el primer ministro británico Keir Starmer.

Por otro lado, Meloni podría lograr alguna concesión de Trump, quizás en relación con China o la política de defensa, que podría llevarse en la maleta a Bruselas como gran «logro» de Roma para suavizar la guerra arancelaria.

El tercer escenario, según Castellani, es el más ambicioso y el menos probable.

Meloni podría lograr exenciones puntuales a los aranceles, sobre todo en sectores como el vino o los artículos de lujo, a cambio de un incremento inmediato del gasto militar y de posiciones más firmes de la UE con China.

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(Editado por Owen Morgan/Euractiv.com y Fernando Heller/Euractiv.es)

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