Alemania reabre el debate sobre la prostitución

Bruselas/Berlín (Euractiv)- El debate sobre la prostitución ha vuelto a surgir en Alemania después de que la presidenta del Bundestag, Julia Klöckner, describiera, a principios de esta semana, el país como el «burdel de Europa», y la ministra de Sanidad, Nina Warken, respaldara la prohibición de contratar estos servicios.

«Cuando hablamos de los derechos de la mujer, pero decimos que la prostitución es un trabajo como cualquier otro, no solo es ridículo, sino que es despectivo hacia las mujeres», declaró Klöckner en un acto celebrado el martes. Alemania es «el burdel de Europa», añadió.

La regulación del trabajo sexual en Alemania es liberal en comparación con otros países europeos. La prostitución es legal desde 2002. La Ley de Protección de la Prostituta entró en vigor quince años después, con el objetivo de hacer más seguro esa actividad mediante el registro de las prostitutas ante las autoridades. Según la ley, los burdeles necesitan disponer de licencias oficiales.

A finales de 2024 estaban registradas unas 32.300 prostitutas, pero se cree que el número real es significativamente mayor, ya que muchas trabajan al margen del registro y la supervisión oficiales.

La ministra alemana de Sanidad, la democristiana Nina Warken (CDU), afirmó el miércoles que Alemania «no puede seguir siendo el burdel de Europa». Al igual que Klöckner, abogó por adoptar el llamado modelo nórdico, que penaliza los servicios sexuales y despenaliza la actividad de los trabajadores del sexo. Este modelo se aplica en Suecia, Noruega, Francia e Irlanda.

«Al igual que otros países, Alemania necesita una prohibición una legislación que penalice la compra de sexo por parte de los clientes», dijo Warken; también añadió que los trabajadores sexuales no deberían ser objeto de persecución penal y que deberían ampliarse los programas de reinserción.

La Prof. Dra. Julia Wege, de la Universidad de Ravensburgo-Weingarten, experta en asuntos de prostitución, la trata de blancas y la vulnerabilidad social de las mujeres, acogió con satisfacción el renovado debate sobre el modelo nórdico como forma de acabar o reducir los efectos adversos de la prostitución sobre la salud mental y física.

«No se trata solo de prohibir, sino también de prevenir, de crear programas de reinserción», declaró Wege a Euractiv. Aunque las prohibiciones siempre son controvertidas , apuntó que «a veces necesitamos señales contundentes para fijar los límites».

En septiembre de 2023, el Parlamento Europeo aprobó una resolución en la que instaba a los países de la UE a considerar la adopción de medidas para regular el trabajo sexual inspiradas en el modelo nórdico. Estas políticas deberían incluir la penalización de la contratación de servicios sexuales y la ampliación de las ayudas a las personas que desean abandonar la prostitución.

El burdel de Europa

Alemania tiene niveles elevados de trata de blancas, y las mujeres representan más del 90 % de las víctimas de la explotación sexual. Muchas de las afectadas proceden de Alemania, Rumanía y Bulgaria, entre otros países.

Las organizaciones de derechos de la mujer sostienen que la legalización de la prostitución en Alemania no ha eliminado la violencia ni la actividad de las redes de delincuencia organizada. Reclaman una mayor protección y aplicación de la ley, especialmente para las mujeres inmigrantes.

Para Wege, el enfoque liberal del trabajo sexual en Alemania fracasó porque nunca se diseñó como una política de derechos de la mujer. «La Ley de Prostitución de 2002 dio demasiada libertad a los  proxenetas, y el Estado no intervino suficientemente», afirmó. Según ella, una evaluación realizada por el gobierno alemán en 2004 demostró que las mujeres migrantes carecían de protección y que era necesario reforzar los servicios policiales y sociales, pero esto no se llevó a cabo.

La investigadora también señaló la dimensión económica del problema, argumentando que «el lobby de la prostitución es enorme; hay una gran cantidad de dinero en juego, miles de millones de euros. Y el Estado también se beneficia a través de los ingresos fiscales».

La ubicación central de Alemania y las normas de libre circulación de la UE, dijo, permitieron una rápida expansión del mercado, ya que los empresarios de la industria del sexo vieron el enorme potencial para hacer dinero.

Un «producto del estilo de vida» masculino

Según Wege, la mayoría de las mujeres que ejercen la prostitución no actúan de forma autónoma. La línea que separa la prostitución voluntaria de la forzada, añadió, suele ser muy borrosa.

Existe una pequeña minoría que trabaja de forma independiente y un grupo mucho mayor -principalmente mujeres inmigrantes- que son explotadas, agredidas y económicamente dependientes.

«No conocen las leyes, no acuden a los centros de asesoramiento y no se atreven a ir a la policía», dijo, al tiempo que añadió que la prostitución sigue estando muy estigmatizada. Muchas mujeres inmigrantes, explicó, ingresan en la industria del sexo alemana no por elección propia.

«No vienen aquí porque la prostitución sea un gran trabajo», dijo Wege. «Vienen porque carecen de oportunidades y se enfrentan a profundas desigualdades en su lugar de origen», agregó.

Los intentos de regular el sector no han conseguido reducir la violencia contra las trabajadoras sexuales. «Para el hombre, visitar a una prostituta es un producto de su estilo de vida. Pero en realidad se cometen delitos muy graves», afirma Wege, refiriéndose a la violencia de los clientes y a la explotación por parte de los proxenetas.

«En última instancia, probablemente tengamos que darnos cuenta de que no existe un país sin prostitución», dijo. «Pero al menos podemos enviar algunas señales muy importantes si aplicamos el modelo nórdico», concluyó Wege.

///

(Editado por Victoria Becker y Martina Monti/Euractiv.com y Luis de Zubiaurre/Euractiv.es)

The post Alemania reabre el debate sobre la prostitución appeared first on Euractiv.es.