Bruselas (Euractiv.com) – La propuesta de prohibir los filtros de los cigarrillos ha levantado ampollas en toda la Unión Europea (UE): aunque el bloque apoya la idea en principio, hasta ahora se ha negado a aplicar una medida que podría reducir significativamente el atractivo del tabaco.
Prohibir los filtros de los cigarrillos no es una idea nueva, pero el debate se ha reavivado antes de la reunión COP11 de la OMS, que se celebrará del 15 al 22 de noviembre en Ginebra y en la que los gobiernos estudiarán una serie de medidas de control del tabaco. Los Estados miembros de la UE debaten actualmente hasta dónde debe llegar la postura europea sobre las restricciones al tabaco.
En su proyecto de posición, la Comisión respaldó la idea de prohibir los filtros para «reducir la palatabilidad y el atractivo de los cigarrillos» y «corregir las ideas erróneas de los consumidores de que los filtros reducen significativamente los riesgos para la salud» Según varios documentos a los cuales ha tenido acceso Euractiv, varios países -entre ellos Alemania e Italia- se han opuesto a la prohibición propuesta.
Un portavoz de la Comisión Europea ha aclarado desde entonces que la medida no se aplicaría dentro de la UE. Sin embargo, a pesar de la resistencia de algunos países, el último borrador de la posición de la UE mantiene una referencia a la prohibición mundial de los filtros, lo cual sugiere que el Ejecutivo comunitario podría querer mantener la opción para una futura aplicación en Europa.
Oficialmente, la UE argumenta que los filtros de los cigarrillos son una fuente importante de contaminación ambiental causada por la industria tabaquera. La OMS calcula que cada año se desechan en el medio ambiente unos 4,5 billones de colillas en todo el mundo.
En la práctica, sin embargo, prohibir los filtros haría mucho menos apetecible fumar, ya que los cigarrillos sin filtro son mucho más fuertes y, por tanto, menos agradables, algo que los responsables políticos se resisten a hacer público.
Un anuncio en Marsella advierte del impacto medioambiental de las colillas. [Foto: Brenda Strohmaier | Euractiv]
¿Por qué prohibirlas?
La OMS desaconseja medidas que sostengan la percepción de un menor daño. Numerosos estudios indican que los filtros entran en esa categoría.Algunas investigaciones también sugieren que, aunque los filtros no consiguen eliminar las sustancias químicas nocivas del humo de los cigarrillos, eliminarlos por completo podría exponer a los fumadores a niveles aún más altos de toxinas.
En ese sentido, Gijs van Wijk, de la Smoke Free Partnership, está en el grupo de quienes afirman que los filtros no ofrecen ningún beneficio probado para la salud. «Al igual que los cigarrillos light se han revelado como un fraude para la salud pública, ya que no reducen realmente el riesgo, los filtros también han demostrado ser un elemento de diseño engañoso. No hacen que fumar sea más seguro; de hecho, pueden aumentar los daños al favorecer una inhalación más profunda del humo tóxico y contribuir a la aparición de cánceres más agresivos», afirma.
Van Wijk aplaude la disposición de la UE a estudiar la prohibición de los filtros y sugiere ampliar medidas similares a los productos de nicotina nuevos y emergentes, como los cigarrillos electrónicos y el tabaco calentado.
Aunque la industria tabaquera se inclina cada vez más por los productos alternativos, éstos aún no han superado a los cigarrillos tradicionales en cuota de mercado. Los cigarrillos convencionales siguen representando la principal fuente de ingresos anuales -sobre todo para las empresas más pequeñas-, mientras que los principales actores, como Philip Morris y British American Tobacco, siguen ampliando sus carteras de productos alternativos.
Por tanto, una prohibición de los filtros que haga menos atractivo fumar podría asestar un duro golpe financiero a la industria.
La UE está presionando al sector, y prepara importantes subidas de los impuestos al tabaco en el marco de una revisión de la Directiva sobre impuestos especiales del tabaco. Bruselas también ha propuesto el llamado gravamen TEDOR, una tasa adicional que se calcula generará unos 11.200 millones de euros anuales para el próximo presupuesto a largo plazo de la UE al recaudar el 15% de los ingresos nacionales procedentes de los impuestos al tabaco.
El comercio ilícito, una herida abierta
Sin embargo, incluso unos impuestos más altos combinados con la prohibición de los filtros no serían el punto final para el tabaco.
El comercio ilícito de tabaco sigue causando grandes quebraderos de cabeza en toda Europa, y las fuerzas del orden se esfuerzan por seguirle el ritmo. Sin controles fronterizos más estrictos por parte de los Estados miembros, las nuevas restricciones al tabaco serán probablemente ineficaces.
En Francia, donde los impuestos son elevados, el comercio ilícito se ha disparado. Lituania, a pesar de la reducción de impuestos, también se enfrenta a una grave amenaza: cientos de globos con cigarrillos con filtro falsificados han llegado desde Bielorrusia, lo que ha llevado a las autoridades de Vilna a empezar a derribarlos.
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(Editado por Euractiv.com y Fernando Heller/Euractiv.es)
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