Bruselas (Euractiv.com) – La Comisión Europea podría dejar de financiar en 2030 a las organizaciones mundiales de salud e inmunización Gavi, la Alianza para las Vacunas, y el Fondo Mundial, para aumentar la influencia del bloque en otros ámbitos, según un documento interno del Ejecutivo comunitario al cual ha tenido acceso Euractiv.
El documento, elaborado para el comisario europeo de Asociaciones Internacionales, Jozef Síkela, afirma que el bloque debe «centrarse en fondos en los que la Unión Europea (UE) pueda realmente dar forma a la gobernanza».
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha recortado la financiación de Washington a Gavi y al Fondo Mundial, socavando las iniciativas de salud global.
Por su parte, el documento de la UE sugiere revisar la futura ayuda al desarrollo en el extranjero e introducir cláusulas de extinción para iniciativas «solapadas» como Gavi, la Alianza para las Vacunas, una organización cuyo objetivo es mejorar el acceso a las vacunas para los niños de los países en desarrollo, y el Fondo Mundial, que lucha contra la tuberculosis, el sida y la malaria.
Juntos, ambos afirman haber salvado unos 20,6 millones y 70 millones de vidas, respectivamente, mediante programas de vacunación y prevención de la malaria, el ébola, la viruela polínica, la difteria y la poliomielitis, así como administrando profilaxis preexposición (PPrE) para el VIH en países de ingresos bajos y medios.
La nota de Bruselas señala cómo Europa debe ser más «estratégica» en sus planes de ayuda exterior al desarrollo (AOD). El documento apunta a que la UE es uno de los mayores contribuyentes mundiales a la ayuda exterior al desarrollo. Sin embargo, a pesar de la magnitud de la financiación, «nuestra influencia política aún no se corresponde con nuestro peso financiero», se afirma en el texto.
Preguntado por Euractiv, un portavoz de la Comisión Europea afirmó que Bruselas ha estado en estrecho contacto con los Estados miembros y otros socios en los últimos meses para «explorar opciones para esas (posibles) reformas».
El Ejecutivo comunitario no confirmó si la propuesta es firme y se aplicará.
Las ayudas caen en picado
El documento interno de Bruselas es una muestra más del menguante interés mundial por la ayuda al desarrollo.
La UE ha aportado desde 2021 3.500 millones de euros a fondos mundiales, incluidos 1.500 millones anuales a través de organismos de la ONU y 1.500 millones a 152 fondos fiduciarios del Banco Mundial, según el documento.
Pero en los últimos años, la financiación de la sanidad mundial ha disminuido notablemente.
Estados Unidos anunció este año que se retirará de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y recortará drásticamente su presupuesto para su agencia de ayuda exterior, USAID. Otros gobiernos y donantes importantes, como Alemania, Francia y Bélgica, también han reducido sus compromisos de AOD, al igual que la Comisión Europea, para liberar fondos para defensa.
Esos recortes se han extendido a organizaciones como Gavi y el Fondo Mundial. Este año, el Reino Unido también ha recortado en 400 millones de libras la financiación de Gavi, que trabaja para garantizar la financiación de su plan quinquenal, ya racionalizado, de inmunización de 500 niños.
Al mismo tiempo, ha aumentado la presión sobre la UE para que cubra las lagunas dejadas por otros socios internacionales. Un documento de trabajo confidencial compartido recientemente entre funcionarios nacionales muestra que el bloque está sintiendo la presión.
En su discurso anual sobre el estado de la Unión, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen , se refirió a una nueva Iniciativa Mundial de Resiliencia Sanitaria y pidió a Europa que «dé un paso adelante donde otros se han alejado».
Sin embargo, la UE está cambiando gradualmente su financiación de la salud mundial, pasando del suministro de dinero en efectivo predecible a más fondos público-privados y condicionales al servicio de los intereses nacionales.
El pasado octubre, von der Leyen anunció la iniciativa Global Gateway Investment Hub, una ventanilla única «ágil» para que agentes públicos y privados contribuyan a sus esfuerzos de ayuda multimillonaria.
Sin un plan claro
Gavi admite que no tiene un plan claro para paliar la posible reducción de la ayuda, lo que significa que la mayoría de sus beneficiarios seguirán necesitando ese apoyo durante mucho tiempo.
La organización señaló en un informe de planificación el pasado mes de abril que su «objetivo sincero» es «salir [ella misma]» de la situación, ayudando a los países más pobres a crear capacidad de vacunación, un proceso para el que «no existe un calendario fijo y rápido».
Con este objetivo, las organizaciones han seguido recaudando fondos. Recientemente, la Gavi organizó en Bruselas un acto de colecta de fondos para 2026-2030, que generó unos 9.500 millones de dólares (8.100 millones de euros) -con la ayuda de una promesa de 360 millones de euros de la UE-, pero no alcanzó su objetivo de 11.900 millones de dólares (10.200 millones de euros).
El Fondo Mundial celebrará un acto similar a finales de noviembre.
Las cláusulas de extinción para la financiación de ambas organizaciones se cruzan con el próximo presupuesto a largo plazo de la UE para 2028-2034, denominado Marco Financiero Plurianual. Según la nota, el nuevo presupuesto se centrará en atraer las inversiones del sector privado europeo, promoviendo los intereses nacionales del bloque en medio de «una mayor rivalidad e incertidumbre geopolíticas».
La Comisión afirmó en una declaración escrita que mantiene una «colaboración abierta y franca» con las organizaciones, teniendo en cuenta «la reducción de recursos y el cambio de paradigmas en favor de la apropiación por parte de los países, la integración sanitaria y el fortalecimiento de los sistemas de atención sanitaria».
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(Editado por Euractiv.com y Fernando Heller/Euractiv.es)
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