París (Euractiv.fr) – El primer ministro de Francia, François Bayrou, anunció este lunes en rueda de prensa que el 8 de septiembre se someterá a una moción de confianza, junto a su gobierno, debido a la pésima situación de las finanzas públicas del país.
La medida ha sentado mal tanto en los grupos políticos del Parlamento como en la calle. En redes sociales se multiplicaron los llamamientos a la movilización nacional prevista para el 10 de septiembre, a la cual se sumaron los partidos de izquierda.
Pero Bayrou anunció que se adelantará a los acontecimientos solicitando la confianza del Parlamento dos días antes, en un discurso en el que este lunes esbozó la agenda política de su Gobierno.
«La situación financiera del país nos obliga a actuar en dos etapas», aseguró Bayrou, al tiempo que destacó la «(…) urgencia del asunto».
Los detalles de las medidas para contener la espiral de déficit público vendrán después, y todas ellas serán «negociables», explicó.
No obstante, está previsto que la votación del 8 de septiembre respalde «la magnitud del esfuerzo», que pasa por una reducción de casi 44.000 millones de euros del déficit.
Bayrou presentó a mediados de julio un ambicioso plan de austeridad, pero sus propuestas suscitaron la oposición unánime de los partidos de la oposición y de los sindicatos, en especial por la supresión de dos días festivos.
En caso de obtener la confianza del Parlamento, Bayrou ha prometido que «todo el mundo contribuirá» al esfuerzo por contener el déficit.
«Se pedirá al Estado, y a las clases más acomodadas, que asuman la parte que les corresponde del esfuerzo nacional», explicó, en un intento de calmar el enfado de las clases medias y trabajadoras.
Dentro de dos semanas, los diputados se enfrentarán a una dura elección.
«Si hay mayoría, el gobierno se mantiene. Si no, el gobierno cae», resumió Bayrou, al tiempo que subrayó que el mayor riesgo habría sido «no hacer nada en absoluto».
Mientras tanto, Mathilde Panot, líder del grupo parlamentario de extrema izquierda Francia Insumisa (LFI), se felicitó por lo que consideró una oportunidad de tumbar al gobierno.
«Bayrou ha elegido su propia fecha de salida», comentó esta tarde Panot.
Mientras tanto, el líder del partido ultra Agrupación Nacional (RN/Patriotas por Europa), Jordan Bardella también tuvo duras palabras.
«Bayrou acaba de anunciar el fin de su gobierno, paralizado por su inercia complaciente», comentó Bardella, en X.
«RN nunca dará su respaldo a un gobierno cuya política inflige sufrimientos a los franceses», agregó el líder de la formación ultra.
El destino político de Bayrou está ahora en manos del Partido Socialista (PS), cuya abstención en la votación del 8 de septiembre es el único escenario que podría mantener a flote al Ejecutivo.
En ese sentido, Bayrou sostuvo esta tarde que la decisión de someterse a la votación de confianza ante la Asamblea Nacional se tomó «de común acuerdo» con el presidente, Emmanuel Macron.
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(Editado por Martina Monti/Euractiv.com y Fernando Heller/Euractiv.es)
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