Bruselas (Euractiv.com/.es) – Numerosos analistas militares advierten de que Ucrania se enfrenta a un verano «difícil» en el campo de batalla y, a pesar de la compleja situación, la Unión Europea (UE) se enfrenta a crecientes dificultades para ayudar a superar el déficit de financiación occidental a Kiev.
Desde la invasión rusa de Ucrania hace tres años y medio, la UE ha canalizado casi 160.000 millones de euros a Kiev, según el Rastreador de Apoyo a Ucrania del Instituto Kiel.
Esa cifra incluye 50.000 millones de euros en subvenciones y préstamos desembolsados hasta 2027, y un paquete de préstamos del G7 por valor de 50.000 millones de dólares respaldado por los activos del banco central ruso congelados en Bélgica.
Moscú, por su parte, ha intensificado los ataques aéreos contra ciudades ucranianas y ha redoblado sus esfuerzos por apoderarse de más territorio.
Su industria de defensa sigue produciendo material, impulsada por los ingresos del petróleo y en gran medida sin inmutarse por las sanciones occidentales.
Por ello, Ucrania busca esta semana nuevas salidas a la compleja situación en la Conferencia de Recuperación de Roma, que se inicia este jueves.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, confía en cerrar acuerdos de cooperación energética y atraer nuevas inversiones a la industria de defensa ucraniana, según círculos cercanos a Kiev.
Pero los aliados occidentales admiten que sus otras vías de apoyo son limitadas, sobre todo porque es improbable que la financiación estadounidense vuelva a los niveles de la era del ex presidente Joe Biden.
Europa está «evaluando y trabajando en diferentes opciones» para apoyar a Ucrania más allá de 2025, incluida una posible partida de 100.000 millones de euros en el próximo presupuesto de la UE, según declaró esta semana el Comisario de Economía, Valdis Dombrovskis. Pero sobre ese punto, no hay una vía clara para evitar el veto húngaro.
Tampoco es probable que la reunión de la coalición de 31 países occidentales que trabajan para conseguir garantías de seguridad para Ucrania -presidida por Emmanuel Macron y Keir Starmer el jueves- produzca los avances significativos que Kiev necesita para poner fin a la guerra.
El panorama resultante, según un alto funcionario de la OTAN, es sombrío.
«Ucrania sigue mostrando un gran espíritu innovador», aseguró. «Pero nos espera un verano estresante y difícil». agregó.
Los bandazos de Trump
En el centro de la conferencia de Roma está la reconstrucción de Ucrania, que el Banco Mundial calcula costará 524.000 millones de dólares en la próxima década, lo que equivale a casi tres veces el PIB previsto de Ucrania para 2024.
Entre los intentos «innovadores» de Kiev para garantizar la financiación está el aprovechamiento de sus reservas minerales, a las cuales las empresas occidentales quieren acceder a cambio de dinero en efectivo.
Pero persuadir a los inversores para que entren en el mercado ucraniano es difícil mientras siga la guerra.
«Todavía parece que la comunidad que trabaja en la reconstrucción y los que trabajan en defensa y seguridad siguen siendo mundos separados, con poca interacción a pesar de la evidente interdependencia», comenta Lesia Ogryzko, investigadora en el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR), un «think tank» de Bruselas.
La magnitud del reto de la financiación subraya la importancia del apoyo estadounidense, pero en las últimas semanas el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha cambiado de idea con más frecuencia que de costumbre..
El Pentágono frenó la semana pasada un envío de armas a Ucrania, pero poco después Trump dio marcha atrás en esa decisión, al parecer tras considerar el envío de más sistemas de misiles Patriot.
Luego, en un reproche al presidente ruso, Vladimir Putin, Trump dijo durante una reunión de gabinete esta semana que «Putin nos lanza un montón de mierda», y que aunque podía ser «amable», sus promesas a menudo no tienen sentido.
Sin embargo, a pesar de los bandazos de Estados Unidos, la opinión pública europea sigue firme en su apoyo a Ucrania.
Según una encuesta reciente del ECFR, once de los doce países europeos encuestados se opone a retirar el apoyo militar, y rechaza instar a Ucrania a ceder los territorios ocupados o a levantar las sanciones, incluso si Estados Unidos lo hiciera.
El apoyo a la ayuda militar a Kiev es mayor en Dinamarca (78%), Portugal (74%), Reino Unido (73%) y Estonia (68%).
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(Editado por Owen Morgan/Euractiv.com y Fernando Heller/Euractiv.es)
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