Bruselas (Euractiv.com/.es) – Dinamarca, que el pasado 1 de julio tomó las riendas de la presidencia semestral rotatoria del Consejo Europeo, asumirá, entre otros expedientes, el liderazgo de las complejas negociaciones pesqueras del bloque comunitario.
Como segundo país pesquero de la Unión Europea (UE) por volumen de capturas, la pesca no será tarea fácil durante el semestre de presidencia danesa del Consejo, con un orden del día cargado y mucho en juego.
Copenhague presidirá en diciembre las negociaciones del Consejo sobre las posibilidades de pesca para 2026, con el recuerdo aún fresco de las reñidas negociaciones del año pasado y las disputas con terceros países lejos de resolverse.
El junio, Reino Unido desafió a Bruselas al mantener una polémica prohibición de pesca del lanzón, que afectó sobre todo a Dinamarca.
En ese sentido, un portavoz de la Comisión Europea señaló que Bruselas aún está «analizando» la medida, pero la industria danesa redobla la presión, y ha acusado a Londres de tomar a la UE «por tonta».
Mientras tanto, sigue pendiente de superar el choque con Noruega sobre la gestión de las poblaciones compartidas de peces.
Suecia, los Países Bajos e Irlanda han instado recientemente a la Comisión a estudiar la posibilidad de adoptar represalias en el marco del Reglamento revisado sobre pesca insostenible, que se votará en sesión plenaria este miércoles.
«Espero que la relación de Dinamarca con Noruega pueda ayudar», explicó a Euractiv el ministro danés de Agricultura y Pesca, Jacob Jensen, en una entrevista en la cual añadió que la Presidencia de su país hará todo lo posible por conseguir estabilidad, acceso a la pesca y cuotas a su debido tiempo.
Gravar o no gravar, esa es la cuestión
En Dinamarca tampoco faltan los debates complejos.
A pesar de que es conocido por sus ambiciosas políticas climáticas, el gobierno danés ha puesto recientemente en pausa sus planes de hacer pagar al sector pesquero por la contaminación.
La coalición acordó la semana pasada suspender el impuesto al carbono aplicado a principios de año, alegando la falta de alternativas viables al gasóleo.
El impuesto volverá en 2029, con el reembolso a los pescadores de los gastos de 2025.
Bruselas también coqueteó con la idea de un impuesto a la pesca. En mayo, Euractiv tuvo acceso a un borrador que incluía esta idea, pero finalmente fue desechado.
Acalorado debate por la pesca de arrastre de fondo
Al tiempo que suspende temporalmente el impuesto al carbono, Dinamarca impulsa la sostenibilidad con otras medidas.
También la semana pasada, el gobierno prohibió la pesca de arrastre de fondo en gran parte de las aguas interiores del país, con lo que el 30% de su territorio marino queda vedado a los barcos en esa modalidad.
El sector no tardó en reaccionar.
«Independientemente de lo que se piense de la pesca de arrastre, es la columna vertebral de la pesca danesa. Cuando se prohíbe políticamente la pesca con artes de arrastre de fondo, las consecuencias locales son importantes», sostuvo Svend-Erik Andersen, presidente de la Asociación Danesa de Pesca.
Aun así, la asociación acogió con satisfacción la ayuda financiera ofrecida a los pescadores afectados por las prohibiciones.
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(Editado por Euractiv.com y Fernando Heller/Euractiv.es)
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