Grecia se enfrenta a una oleada migratoria, mientras Libia y Turquía estrechan lazos en el Mediterráneo

ATENAS (Euractiv.com/.es) – Más de 5.000 inmigrantes procedentes de Libia han llegado a las costas de Creta y Gavdos desde principios de junio. Ante esta situación, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha enviado al comisario de Interior y Migración de la Unión Europea (UE), Magnus Brunner, a la región.

El momento de las llegadas coincide con un acuerdo entre Turquía y Libia para iniciar prospecciones sísmicas al sur de Creta con el propósito de hallar riquezas energéticas. El asunto podría escalar rápidamente en Atenas, con el partido gobernante griego, Nueva Democracia, sacudido por un escándalo de corrupción relacionado con fondos de la UE.

Las tensiones entre los tres países se remontan a 2019, cuando Ankara y el Gobierno libio de Trípoli, reconocida internacionalmente como su capital, firmaron un memorando de entendimiento por el que establecían sus zonas económicas exclusivas (ZEE) en el mar Mediterráneo.

El acuerdo en cuestión, que ignora por completo la existencia de Creta, y ha sido tachado de ilegal por la UE, otorga a ambos países derechos sobre los recursos del fondo marino.

El acercamiento entre Libia y Turquía no es una coincidencia diplomática: Turquía no reconoce que las islas griegas tengan estatuto de ZEE, en contra de lo dispuesto en el Derecho Internacional del Mar, que Ankara no ha ratificado. Con el acuerdo sobre Libia, Turquía quiere sentar un precedente jurídico en la región.

Delimitación de zonas marítimas en el Mediterráneo

Memorándum de Entendimiento entre Turquía – Libia y Grecia – y Egipto que crean zonas económicas exclusivas  en el mar Mediterráneo.

Gráfico: Miriam Sáenz de Tejada

Gráfico: Miriam Sáenz de Tejada

En respuesta, Grecia firmó un acuerdo marítimo paralelo con Egipto. Como se ilustra en el mapa mostrado, las zonas marítimas de los cuatro países chocan, lo que resulta en que la situación en la región mediterránea sea muy compleja.

Asimismo, Atenas buscó la ayuda de la facción de la oposición libia: Khalifa Haftar, apoyado por Moscú, comandante del Ejército Nacional Libio, con sede en Bengasi, que controla la parte oriental del país.

En un principio, Haftar rechazó el memorando de entendimiento turco-libio. Sin embargo, a principios de junio, la prensa sugirió que Haftar podría estar reconsiderando su postura tras la aproximación de Ankara, cuya influencia geopolítica en la región en general ha crecido tras el regreso del presidente Donald Trump a la Casa Blanca.

Gestión de crisis

Fuentes diplomáticas en Atenas han atribuido la reciente presión migratoria de Libia a la decisión del gobierno griego de publicar una licitación de licencias de exploración y explotación de bloques marinos al sur de Creta, una zona en la que el gigante energético estadounidense Chevron ha manifestado su interés.

Un diplomático de la UE dijo a Euractiv, bajo condición de anonimato, que hay indicios de que Libia puede estar intentando instrumentalizar la migración para servir a objetivos políticos conjuntos con Ankara. «Pero no hay que ignorar que el gobierno libio no tiene un control efectivo sobre todo el país, especialmente sobre las autoridades locales, que a menudo colaboran con los contrabandistas», añadió el diplomático.

No sería la primera vez que un tercer país arma la migración contra la UE. Turquía lo hizo en 2020 contra Grecia, y Rusia ha hecho lo mismo en varias ocasiones contra países de Europa del Este como parte de un programa que los expertos califican de «guerra híbrida».

La Comisión Europea calcula que se ha producido un aumento del 173% en las llegadas de migrantes libios a Grecia.

Con el recuerdo de crisis pasadas aún fresco en Europa, el comisario Brunner, se reunirá con las autoridades libias -tanto del este como del oeste- a principios de este mes, barajándose el 8 de julio como posible fecha de la reunión.

Brunner estará acompañado por los ministros de Migración de Grecia e Italia.

Sotiris Roussos, catedrático de Relaciones Internacionales de la Universidad del Peloponeso, sostiene que la cronología de los acontecimientos importa menos que los objetivos subyacentes de Libia y, posiblemente, de Turquía.

«El gobierno libio, que controla de facto Trípoli y sus alrededores, quiere mostrar su capacidad de explotar recursos para poder desempeñar un papel distribuidor en el futuro equilibrio del panorama doméstico», afirmó Roussos.

El profesor añadió que Haftar, «aliado» de Rusia, no parece obstaculizar esta cooperación entre Turquía y el gobierno de Trípoli.

El legislador socialista del PASOK Michalis Katrinis declaró a Euractiv que los incidentes están interconectados y plantean «graves riesgos». Acusó al gobierno conservador de no estar dispuesto a presionar a Libia a través de los mecanismos de financiación de la UE y pidió a Bruselas que tomara medidas decisivas.

«Es inconcebible que Europa financie a un país que desafía directamente los derechos soberanos de un Estado miembro de la UE», afirmó.

El gobierno griego está estudiando suspender todas las solicitudes de asilo de personas llegadas de Libia, mientras que dos fragatas griegas han comenzado a patrullar al sur de Creta.

///

( Editado por Euractiv.com e Inés Fernández-Pontes/Euractiv.es)

The post Grecia se enfrenta a una oleada migratoria, mientras Libia y Turquía estrechan lazos en el Mediterráneo appeared first on Euractiv.es.