Publicaciones virales en internet intentan presentar la dimisión del Gabinete búlgaro como una victoria contra Bruselas y el euro. Sin embargo, la realidad de las protestas lideradas por la Generación Z es muy distinta: los manifestantes exigen el fin de la corrupción y mejoras sociales.
A escasos días de las elecciones de Extremadura, se han encontrado en la madrugada del jueves, en la oficina de Correos de Fuente de Cantos (Badajoz), una caja fuerte calcinada con 124 votos emitidos, aunque el dinero que había desapareció. La Guardia Civil apunta a delincuencia común.
La dificultad del curso y las expectativas no cumplidas suelen ser factores clave, pero los problemas de salud mental también pueden explicar una parte significativa.
Nigeria se muestra bajo una luz más amable, mientras los residentes de Lagos se congregan para admirar las decoraciones navideñas de la ciudad.
Decenas de miles de personas se manifiestan en Bulgaria hartas de una crisis política que ha provocado ocho elecciones desde 2021. Los ciudadanos denuncian que las leyes actuales y un poder judicial parcial protegen a una élite corrupta, por lo que exigen una reforma del sistema electoral.
En una cumbre en Bélgica, líderes de la UE se distraen un momento por micrófonos moviéndose que alteran la rueda de prensa, entre bromas y sonrisas.
Líderes mundiales, diplomáticos y expertos se reunieron en Qatar para trabajar en la justicia más allá de las promesas, centrándose en el diálogo, la mediación y los compromisos concretos en materia de conflictos, desarrollo y cooperación mundial.
Agricultores franceses protestaron ante la casa de Macron en Le Touquet, y exigieron que la UE renuncie al acuerdo comercial con Mercosur, aunque la firma se ha aplazado.
El presidente Donald Trump ha elevado la tensión al declarar en una entrevista con ‘NBC News’ que no descarta una confrontación armada con Venezuela. Tras ordenar a la Armada bloquear todos los petroleros sancionados prometió ataques selectivos en territorio venezolano contra el narcotráfico.
El Banco de Japón elevó los tipos al máximo en tres décadas y anticipa más ajuste, reavivando el temor a alzas de los rendimientos de bonos y a la repatriación de capital de inversores japoneses.
