Bruselas (Euractiv.com/.es) – Cuando se piensa en empresas energéticas, a menudo hablamos de instituciones antiguas y con larga trayectoria, que se ocupan de las gigantescas estructuras de nuestro entramado energético. Pero hoy en día, las empresas del sector en la Unión Europea (UE) también tienen que convertirse en compañías digitales.
La inteligencia artificial (IA) y el crecimiento exponencial del procesamiento de grandes volúmenes de datos están generando nuevas necesidades energéticas y cambiando la forma en que se distribuye la energía. Los gigantescos centros de datos que surgen en toda Europa aumentan considerablemente el consumo de energía. Pero los datos que generan también podrían ayudar a reducirlo.
En ese sentido, Lorenzo Fiorillo, Director de Tecnología del gigante energético italiano Eni, señaló hace pocos días en el marco de un seminario organizado por EURACTIV que esos avances tecnológicos están cambiando la forma de operar de las empresas, entre ellas Eni, fundada en 1926 y actualmente muy digitalizada.
«No es ahora cuando nos consideramos una empresa tecnológica, porque es una mentalidad que está en nuestro ADN desde hace tiempo, si nos fijamos en nuestras decisiones históricas», afirma.
«Pero hoy la tecnología vuelve a estar en el centro, abriendo nuevas fronteras y oportunidades para nuestro negocio. Hace más de diez años que tenemos centros de datos. Uno de los primeros grandes centros de datos del mundo está en Italia; el segundo de Europa fue el HPC6, que está en nuestras instalaciones», subraya.
Retos de los centros de datos
Los participantes en el encuentro organizado por EURACTIV se mostraron convencidos de que la futura política de la UE va a ser fundamental para garantizar que Europa esté a la vanguardia de la transición digital en materia de energía.
La inminente Ley de Desarrollo de la IA y la Nube, prevista por el Plan de Acción del Continente de la IA de la Comisión Europea, apunta a crear un nuevo marco regulador para fomentar esas infraestructuras.
El objetivo, según explica Pablo Riesgo Abeledo, del Departamento de Energía de la Comisión Europea, es alinear esas iniciativas con los objetivos climáticos y de autonomía estratégica de Europa, y posicionar a la UE como un entorno competitivo a nivel mundial para el despliegue de la IA de vanguardia.
«La decisión estratégica con la Ley de Nube e IA es clara: queremos tener esos centros de datos en la UE, pero hay retos para lograr tenerlos», explica Abeledo.
«A veces tienen enormes necesidades de energía, y cada vez son más grandes. En el caso de otras industrias que consumen mucha energía, como las plantas siderúrgicas, su construcción lleva años, si no décadas. Los centros de datos pueden llegar y conectarse a la red en mucho menos tiempo. Para un operador de red, es un reto enorme, tener una demanda tan enorme en un solo punto en pocos años», subraya.
«Estamos buscando formas de hacer que estos centros de datos sean más eficientes, sobre todo para la recuperación del calor residual (…) los centros de datos generan mucho calor: ¿cómo podemos recuperarlo y utilizarlo en calefacción urbana?», se pregunta.
Los participantes en el seminario señalaron además que hay formas de ubicar esos nuevos centros de datos para que sean una carga menor para la red.
«Es importante que se ubiquen en zonas geográficas donde puedan tener acceso a abundante energía renovable, y también donde haya suficiente capacidad de red y de suelo», comenta Riesgo Abeledo.
Flujo continuo de energía
Fiorillo coincide en esa opinión. «Las zonas bien situadas son limitadas: las que están cerca de fuentes renovables con potencia de red disponible, sin limitaciones medioambientales, a veces esa superficie disponible se satura muy pronto. Así que tenemos que estar preparados para considerar también otras soluciones».
«Aunque no se pueda utilizar directamente la energía renovable, o cuando no sea continua -lo cual es importante para un centro de datos-, hay que encontrar otras soluciones. En nuestro caso, estamos trabajando para producir energía y capturar y almacenar el CO2», agrega el experto.
En ese sentido, Riesgo Abeledo afirma que Bruselas también va a tratar los bloqueos de permisos.
«Queremos asegurarnos de que evitamos activos bloqueados o proyectos especulativos; eso es algo que ocurre con los centros de datos que solicitan bastantes proyectos y luego sólo eligen uno», afirma.
Los datos aumentan la eficiencia
La Comisión Europea no sólo estudia cómo mitigar el consumo de energía de los centros de datos, sino también cómo pueden mejorar la eficiencia de la red en su conjunto.
«Tenemos un tesoro de recursos que hay que explorar, sobre todo por parte de las PYME», afirma Juan Pelegrín, del Departamento Digital de la Comisión Europea.
En ese sentido, señala que la supercomputación que permiten los centros de datos puede, por ejemplo, mejorar la precisión de los campos de exploración de combustibles fósiles y optimizar la mejor ubicación y rendimiento de los parques eólicos.
«Con los superordenadores podemos hacer la modelización, mejorar la precisión de las previsiones. Esto tiene muchas implicaciones políticas; incluso puede salvar vidas», afirma, al tiempo que agrega que «tenemos que formar a la gente en el uso de estos superordenadores y optimizar la IA».
«Pero el uso de la IA sigue siendo un reto; sigue siendo baja, no solo en Europa. Tenemos que ver en la estrategia cómo podemos fomentarla y hacerla posible», advierte.
Por otro lado, Pelegrin recordó la reciente Iniciativa de Fábricas de IA de la Comisión Europea, que puede ayudar a lograr el objetivo.
«Hemos habilitado el acceso de nuestras PYME europeas a los ordenadores, junto con ayuda para la programación y el desarrollo de algoritmos», subraya.
En ese sentido, Vincenzo Renda, Director de Política de Transformación Digital de la asociación industrial DIGITALEUROPE, que representa a las PYME, se mostró favorable a ese enfoque.
Renda explica que la Ley de IA de la UE contribuyó a dar seguridad jurídica a las empresas de este espacio y a establecer un marco normativo global, aunque ahora las empresas necesitan ayuda para instrumentar la IA, señala.
En su opinión existe inquietud ante la posibilidad de que la Ley ralentice la adopción de soluciones de IA en Europa.
«El número de PYME que utilizan esta tecnología en la actualidad no es muy elevado en comparación con otras regiones. Así que existe la oportunidad, en el contexto del paquete digital que llegará en diciembre, de evaluar dónde podemos simplificar la normativa y también ofrecer seguridad a aquellas empresas que quieran tomar un modelo, ponerlo a punto y luego aprovechar el potencial.», asegura.
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(Editado por Euractiv.com y Fernando Heller/Euractiv.es)
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