Los investigadores están desarrollando abonos de origen biológico que reducen la contaminación, ahorran energía y podrían frenar la dependencia europea de las importaciones rusas. Una solución prometedora: algas cultivadas con aguas residuales.
Los investigadores están desarrollando abonos de origen biológico que reducen la contaminación, ahorran energía y podrían frenar la dependencia europea de las importaciones rusas. Una solución prometedora: algas cultivadas con aguas residuales.
FORMA GROUP SRL, Complexe Douanier, 6790 Aubange, Bélgica