París (Euractiv.fr/.es) – Para resolver la crisis política francesa, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni (Hermanos de Italia/ECR), ha ofrecido una receta conocida: unir a la derecha. Le funcionó en Roma, y en París, el viejo proyecto vuelve a cobrar impulso.
Para la dirigente italiana, que intervino en el mitin celebrado el pasado fin de semana por su aliada, la eurodiputada de extrema derecha Marion Maréchal (Agrupación Nacional/Patriotas por Europa), una alianza de derechas es la única forma de «ofrecer una alternativa fuerte y creíble a millones de ciudadanos franceses».
Desde 2022, su partido ultra (Hermanos de Italia/Fratelli d’Italia) gobierna con la populista Lega de Matteo Salvini (Patriotas por Europa) y los conservadores de Forza Italia (PPE), el partido fundado por el ex primer ministro Silvio Berlusconi.
La versión francesa uniría a Les Républicains (LR), la Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen y el movimiento ultra Reconquista de Éric Zemmour. Pero la idea ha sido rechazada por el momento por el ministro del Interior, Bruno Retailleau, que dirige LR, y por la propia Le Pen, que insiste en que «no cree en ello».
Sin embargo, la estabilidad política de la coalición de gobierno de Meloni no ha pasado desapercibida en París, donde es observada de cerca por un Parlamento francés cada vez más dividido.
«Un sector de la derecha francesa se ha visto sorprendido por la ‘Melonimanía‘», según afirmó el especialista en política italiana Marc Lazar, profesor en Sciences Po y en la Universidad Luiss de Roma. Las condiciones en Francia, señaló, parecen favorables a este tipo de experimentos.
Aun así, el modelo italiano es difícil de «exportar» a Francia dadas las diferencias entre los sistemas políticos y electorales de ambos países, según señaló el investigador Lorenzo Castellanin, especialista en instituciones políticas italianas.
«En Italia, dos tercios de los escaños parlamentarios se asignan mediante un sistema proporcional, que obliga a los partidos a formar alianzas antes de las elecciones, a diferencia de lo que ocurre en Francia», explicó, si bien concede el beneficio de la duda.
Alineaciones ideológicas
Tras perder su base centrista en favor del presidente francés, Emmanuel Macron, a partir de 2017, los dirigentes de LR han sentido la tentación de girar a la derecha, y el expresidente del partido Éric Ciotti pactó una alianza con la extrema derecha en las elecciones parlamentarias de 2024.
El sucesor de Ciotti, Retailleau, y el jefe del grupo parlamentario de LR, Laurent Wauquiez, han endurecido cada vez más su postura sobre la migración, siguiendo el manual de la extrema derecha.
LR también ha elegido un nuevo chivo expiatorio: la izquierda. En vísperas de las elecciones municipales de marzo, el partido ha etiquetado a la formación de izquierda radical La France Insoumise (LFI) de Jean-Luc Mélenchon como «la primera y peor amenaza política».
Esa etiqueta ya está abriendo la puerta a alianzas locales con RN. Según el senador Roger Karoutchi, LR podría respaldar a candidatos apoyados por la extrema derecha, «si resultan ser los mejor situados, incluso en la primera vuelta, para conjurar el peligro de LFI».
«La realidad es que hoy existe un amplio consenso en la derecha y dentro del campo nacional», se alegra Maréchal, sobrina de Le Pen y presidenta del pequeño partido Identité-Libertés. Al menos el suficiente «para sentarse a la mesa», según explica a Euractiv.
El «cerrojo» de Le Pen
Le Pen es el principal obstáculo. Quiere mantenerse fiel a la línea populista antisistema que le permitió llegar dos veces a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, manteniendo a RN a distancia de todos los partidos gobernantes.
Esa estrategia podría cambiar si se le prohibiera presentarse en 2027. Su inhabilitación de cinco años en el caso de malversación de fondos del Parlamento Europeo deja abierta la posibilidad de otro abanderado «ultra».
«Podría ser posible agruparse en torno a otro candidato», sugirió Castellanin.
Más todavía teniendo en cuenta que la desintegración del bloque centrista construido en torno a Macron debería favorecer un retorno de la división izquierda-derecha, ya visible durante las negociaciones presupuestarias de 2026. Los responsables de RN admiten en privado que Francia se encamina hacia una nueva «bipolarización».
El heredero designado de Le Pen, el actual presidente de RN, Jordan Bardella, no ha perdido el tiempo en cortejar a la derecha tradicional, y se ha reunido con el ex presidente Nicolas Sarkozy a principios de julio y se ha acercado a las principales figuras empresariales de Francia.
«Hay dos opciones permanentes sobre la mesa», explicaba hace unos meses al experto en partidos de extrema Luc Rouban.
«Convertir la RN en un gran partido conservador capaz de absorber a otras formaciones de derechas -un enfoque liberal defendido por Bardella-. O seguir la preferencia de Marine Le Pen por una estrategia más radical y centrada en lo social», asegura.
«Actualmente, el partido intenta estar a caballo entre ambos conceptos, pero esta postura es cada vez más insostenible», añadió Rouban.
///
(Editado por Martina Monti/Euractiv.com y Fernando Heller/Euractiv.es)
The post La derecha francesa se mira en el espejo del «experimento» de Meloni en Italia appeared first on Euractiv.es.