Bruselas (Euractiv.com)- El acuerdo entre el presidente de EE.UU Donald Trump y los países europeos de la OTAN para hacer suministrar a Ucrania de los requeridos sistemas de defensa antiaérea Patriot depende de la rapidez con la que se puedan trasladar las nuevas baterías al continente.
En un principio, varios países europeos mostraron interés en llegar a un acuerdo al considerar la propuesta de Trump de vender rápidamente nuevos sistemas de defensa antiaérea a los ejércitos europeos que donasen sus Patriots, como una manera de mantener el flujo de armas estadounidenses a Ucrania, pero con la garantía estadounidense de evitar carencias en sus capacidades.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, lleva años buscando baterías Patriot adicionales dado que su país se enfrenta a constantes ataques aéreos rusos. Zelenskyy afirmó semana pasada que espera recibir 10 más.
Los seis países europeos que cuentan con sistemas Patriot -Alemania, Grecia, Países Bajos, Polonia, Rumanía y España- poseen alrededor de dos docenas como parte de sus propios inventarios.
Desde 2022, Kiev ha recibido seis baterías Patriot operativas suministradas por Estados Unidos, Alemania, Rumanía y los Países Bajos, según el observatorio de armamento Action on Armed Violence, con sede en el Reino Unido.
Pero los arsenales europeos ya se han visto mermados por anteriores donaciones a Ucrania. Preocupa entre miembros del bloque comunitario la posibilidad de que se produzcan vacíos considerables en sus propias defensas aéreas si las entregas estadounidenses no son tan rápidas como aseguró Trump.
Alimentar la demanda
La demanda mundial de estos avanzados sistemas de defensa antiaérea de fabricación estadounidense supera con creces la oferta, con tiempos de espera de varios años para los Patriots recién encargados. A esto hay que añadir unos precios de alrededor de 1.000 millones de dólares por batería y de 4 millones por cada misil interceptor.
Renunciar a sistemas de defensa antiaérea como los Patriots da «miedo», declaró a Euractiv un diplomático europeo de alto rango. «Lo hacen por Ucrania, porque nos defienden.»
Alemania, que lideró las últimas donaciones, pidió a Washington garantías «estancas» de que recibirá nuevos sistemas de defensa antiaérea estadounidenses en un plazo de ocho meses antes de enviar más Patriots de sus actuales arsenales, según declaró la semana pasada el ministro de Defensa, Boris Pistorius.
Berlín confirmó el viernes que tendrá prioridad para la entrega de Patriots nuevos, y reiteró que enviará más sistemas propios a Kiev en los próximos días. Esto significa que Suiza, que firmó un acuerdo para adquirir Patriots en 2022, verá ahora retrasada la entrega de sus unidades.
Berlín ya ha enviado tres sistemas Patriot a Ucrania e inicialmente acordó entregar cinco más. Pero esas donaciones anteriores, y los despliegues de otras dos baterías Patriot alemanas en el flanco oriental de la OTAN, significan que a Berlín le quedan como mucho seis sistemas Patriot.
Listos y dispuestos
Noruega y Holanda también han comunicado a Ucrania que participarán en el acuerdo.
El embajador estadounidense ante la OTAN, Matthew Whitaker, declaró a principios de este mes que Estados Unidos está «estudiando lo que tenemos disponible, tanto en nuestro poder como en nuestro sector de defensa, y dando prioridad y poniéndolo a disposición de la defensa de Ucrania».
Trevor Taylor, miembro del Royal United Services Institute (RUSI), con sede en Londres, declaró a Euractiv que «la cuestión clave es qué países son tratados como clientes prioritarios».
«Las decisiones aquí recaen en el presidente de Estados Unidos», añadió Taylor.
Pero sigue habiendo serias dudas sobre la rapidez con la que Washington cumplirá su compromiso.
Rumanía pagó el precio de sacrificar una parte importante de su arsenal al renunciar el año pasado a uno de sus dos sistemas Patriot operativos. Las autoridades esperaban que Estados Unidos pudiera acelerar los pedidos de nuevos Patriots, pero cuando se firmó el contrato para los sistemas sustitutos meses después, la fecha de entrega se fijó para finales de la década.
Largas listas de espera, una lenta producción
El Mando Aliado de Transformación de la OTAN, el almirante francés Pierre Vandier, estima que el plazo de entrega de las nuevas baterías Patriot sea de unos siete años. Con un tono más optimista, otra fuente versada en el asunto afirmó a Euractiv que las entregas, por lo pronto, tardarían al menos un par de años.
Dos de los principales contratistas de defensa estadounidenses que participan en la producción de misiles Patriot, Lockheed Martin y Raytheon, están aumentando la producción de unos 500 a 650 misiles al año.
Raytheon «aumentará la producción mensual de interceptores GEM-T en un 150% de aquí a 2028 para satisfacer una demanda sin precedentes», declaró a Euractiv un portavoz de la empresa, refiriéndose a una variante actualizada de los misiles utilizados por el sistema Patriot.
El portavoz añadió que la empresa también ha comprometido casi 1.000 millones de dólares para asegurar los materiales críticos de los proveedores y acelerar la fabricación de radares.
El mes pasado, el director de la división de sistemas de defensa aérea de Raytheon declaró a Euractiv que la expansión de la empresa se enfrenta a problemas en la cadena de suministro similares a los de otros fabricantes, sobre todo en el acceso a los productos energéticos.
///
(Editado por Inés Fernández-Pontes/ Euractiv.es)
The post El acuerdo de Trump sobre misiles Patriot para Ucrania genera inquietud en Europa sobre carencias en su defensa antiaérea appeared first on Euractiv.es.