Bruselas/Estrasburgo (Euractiv.com/.es) – La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, vela armas ante la votación en el Parlamento Europeo, prevista para el próximo jueves, de una moción de censura en su contra por parte de los grupos de ultraderecha, la cual, previsiblemente, no saldrá adelante.
Pero, como preludio de esa votación, el intento de “derrocar” a la alemana se convirtió el lunes en un reproche al jefe del Partido Popular Europeo (PPE), Manfred Weber, líder de la misma familia política que Von der Leyen (CDU) y a su constante deriva hacia la extrema derecha.
Durante el debate plenario en Estrasburgo, los Socialistas (S&D), Verdes y los liberales de Renovar Europa aprovecharon el debate sobre la moción de censura para cargar contra Weber por su acercamiento al grupo nacional-conservador (ultra) de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), para diluir el Pacto Verde y tumbar otras tantas iniciativas.
«Esta moción es el resultado de su estrategia totalmente equivocada en el Parlamento Europeo», comentó Iratxe García Pérez, jefa del grupo S&D.
El mensaje de la española fue claro: no es la Comisión Europea la que está en el punto de mira, sino las “alianzas tóxicas” del PPE.
«En realidad os causa (al PPE) más problemas cada vez que habla de esta moción», aseguró García Pérez, mirando a Von der Leyen desde la tribuna.
El PPE cedió recientemente al ECR el control de un expediente clave sobre inmigración en la comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior, y con ello rompió el cordón sanitario parlamentario a los grupos de ultraderecha.
La medida, respaldada por los grupos ultra, marginó a las voces proeuropeas y provocó la indignación de sus eurodiputados.
«Ha pedido a los partidos proeuropeos que sean responsables mientras usted negocia con la extrema derecha», lamentó García Pérez, al tiempo que enumeró una lista de supuestos agravios como «material para la reflexión».
Entre ellos, la eliminación del órgano de ética de la UE, el debilitamiento de las iniciativas de bienestar infantil y una ofensiva abierta contra las ONG.
El presidente de los Verdes, Bas Eickhout, calificó la moción de «gran espectáculo político de la extrema derecha», mientras que la líder de Renovar Europa, Valérie Hayer, advirtió de que la estrategia de Weber ha llevado a su familia política a un «callejón sin salida» al buscar «alianzas oportunistas» con extremistas.
Weber restó importancia a las críticas sobre su cooperación con la extrema derecha, y aseguró que en el 90% de las votaciones del año pasado, el PPE apoyó a las fuerzas proeuropeas.
Aunque Von der Leyen es el objetivo de la moción de censura, en el debate del lunes mantuvo la serenidad, y calificó la iniciativa de «otro burdo intento de abrir una brecha» entre las instituciones democráticas.
Por su parte, la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, tuvo que intervenir cuando los eurodiputados de extrema derecha comenzaron a abuchear a la alemana, pero Von der Leyen ni se inmutó.
La moción de censura, presentada por el eurodiputado rumano de ECR Gheorghe Piperea y respaldada por 77 eurodiputados, no tiene ninguna posibilidad de ser aprobada: necesitaría una mayoría de dos tercios y el apoyo de más de la mitad de la cámara.
Piperea calificó la iniciativa de llamada de atención, y acusó a la Comisión Europea de «erosionar el poder del Parlamento», e invitó a los ciudadanos europeos a «iniciar un momento de reflexión»
Las grietas son visibles en la cúpula del ECR. Aunque uno de sus miembros encabeza la iniciativa de la moción, el grupo se distanció.
El italiano Nicola Procaccini admitió abiertamente que dos tercios del grupo ECR se negaron a apoyarla.
Los Hermanos de Italia, de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y representados en Bruselas por el Comisario europeo Raffaele Fitto, no quieren participar en el intento de derrocar a Von der Leyen, al menos por el momento.
En cambio, sus homólogos polacos de Ley y Justicia (PiS) apoyan la moción, firmada por el copresidente polaco Patryk Jaki.
Procaccini señaló que la moción parece un regalo para los rivales políticos del ECR, al tiempo que advirtió de que los socialistas y los Verdes son los que «aprovecharán esto para pedir el regreso a la ‘mayoría Ursula'».
«Votaré en contra de esta moción, como conservador europeo y como italiano», añadió Procaccini.
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(Editado por Martina Monti/Euractiv.com y Fernando Heller/Euractiv.es)
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