Cuatro años después de las graves inundaciones en Alemania y Bélgica, la UE sigue hablando de «catástrofes inevitables»

Bruselas (Euractiv.com/.es) – Cuatro años después de las catastróficas inundaciones que afectaron a varios países de Europa, entre ellos Alemania y Bélgica, con un saldo de más de 200 fallecidos, las autoridades locales aseguran estar mejor preparadas, aunue los expertos advierten de que la respuesta a la crisis por sí sola no basta.

Alemania y Bélgica fueron los países más afectados por las catastróficas inundaciones de la noche del 14 al 15 de julio de 2021, que se cobraron más de 200 vidas y destruyeron zonas residenciales enteras.

Más allá del trágico balance humano, el impacto económico fue inmenso. Aunque Alemania y Bélgica recibieron 612 millones de euros y 87,7 millones de euros respectivamente en ayuda inmediata del Fondo de Solidaridad de la UE,  fue una gota en el océano comparado con el coste total.

El coste de la recuperación en Alemania se ha estimado en cerca de 30.000 millones de euros, y las reclamaciones de seguros se elevan a 8.750 millones de euros. Las aseguradoras belgas registraron más de 85.000 siniestros por valor de más de 2.570 millones de euros.

Reconstruir, pero mejor

Ambos países aseguran haber realizado importantes avances en los esfuerzos de reconstrucción y han puesto en marcha una iniciativa conjunta a cuatro años vista para mejorar la preparación ante futuras inundaciones repentinas.

«En lo que respecta a la protección nacional contra las inundaciones, todavía tenemos por delante una tarea ingente que sólo pueden abordar conjuntamente el gobierno federal, las autoridades estatales y las locales», explica Guido Orthen, alcalde de Bad Neuenahr-Ahrweiler, una de las ciudades más afectadas de Alemania.

Sin embargo, los retos persisten. Según Ina Scharrenbach, ministra regional de Renania del Norte-Westfalia responsable de la financiación de la reconstrucción, se han abonado casi todas las solicitudes de ayuda financiera de los propietarios de viviendas. Pero los ayuntamientos «incomprensiblemente», sólo han reclamado un tercio de los fondos disponibles para reconstruir carreteras, puentes, guarderías y clínicas.

Scharrenbach admite que no ha leído el informe final de la comisión parlamentaria que investigó la respuesta a las inundaciones de hace cuatro años, pero asegura que «no hay seguridad al 100%, pero debemos hacerlo mejor que en 2021».

Cars and residential buildings are destroyed in the aftermath of the 2021 flood near the Belgian river Vesdre.

Coches y edificios residenciales destruidos tras la riada de 2021 cerca del río belga Vesdre.

Sensibilización

Bélgica, por su parte, se ha centrado en la concienciación pública, animando a los ciudadanos a ser más autosuficientes durante las emergencias y a depender menos de los socorristas locales.

Pero la prevención estructural de inundaciones acumula mucho retraso. Un informe de la Comisión Europea de febrero de 2025 advertía de que los avances en el marco de la Directiva sobre inundaciones de la UE son demasiado lentos, ya que la mayoría de los planes nacionales contra el riesgo de inundaciones no alcanzan los denominados «objetivos cuantitativos».

Por ello, Bruselas insta a los Estados miembros a centrarse más en «la restauración de los ecosistemas y las soluciones basadas en la naturaleza» para reducir la vulnerabilidad a las inundaciones graves.

No obstante, muchos gobiernos siguen abordando la preparación ante las inundaciones con soluciones puramente tecnológicas , lo cual acaba frustrando a los grupos ecologistas.

«Ciudades esponja»: una solución olvidada

La ONG alemana Deutsche Umwelthilfe (DUH) detectó recientemente importantes deficiencias en 10 de los 16 estados federados (länder) y señaló que conceptos como el de «ciudades esponja» se pasan por alto o se entienden mal.

Las ciudades esponja -Berlín es un ejemplo de ello están diseñadas para absorber y retener el agua de forma natural, con espacios abiertos e infraestructuras verdes que sustituyen a superficies impermeables como el asfalto y el pavimento.

Según un artículo publicado en 2024 en la revista Environmental Science, las recomendaciones para proteger contra las inundaciones la cuenca del río Vesdre, la más afectada por las inundaciones de 2021 en Bélgica, llegaron demasiado tarde.

En el momento de la publicación del informe, tampoco existía ningún sistema para supervisar o evaluar las estrategias de prevención de inundaciones.

A falta de protección estructural, las vulnerabilidades persisten, sobre todo porque los riesgos de inundación aumentan no sólo en las zonas rurales, sino también con el aumento del desarrollo urbano y el sellado de las superficies.

Según un atlas medioambiental de Bruselas que hace referencia a datos de 2019, las zonas de alto riesgo de inundación de la capital coinciden en gran medida con barrios de bajos ingresos, donde más de la mitad de las superficies del suelo son impermeables.

///

(Editado por Euractiv.com y Fernando Heller/Euractiv.es)

The post Cuatro años después de las graves inundaciones en Alemania y Bélgica, la UE sigue hablando de «catástrofes inevitables» appeared first on Euractiv.es.