Bruselas (Euractiv.com/.es) – Bruselas aprobó oficialmente este miércoles la candidatura de Bulgaria a la eurozona, presentada por Sofía hace dos años, allanando el camino para que el país balcánico se convierta en el 21º miembro en compartir el euro a partir del 1 de enero de 2026.
La Comisión Europea y el Banco Central Europeo (BCE) han determinado que Bulgaria -el Estado miembro más pobre de la UE- ha cumplido los llamados «criterios de convergencia» para ingresar en la unión monetaria.
«El euro aportará beneficios tangibles a los ciudadanos y las empresas búlgaras: precios estables, menores costes de transacción, ahorro protegido, más inversión y aumento del comercio. Por supuesto, el euro es más que una moneda», declaró este miércoles el Comisario europeo de Economía, Valdis Dombrovskis.
Sofía ha mantenido durante mucho tiempo bajos niveles de déficit y deuda en su intento de ingresar a la eurozona, pero ha luchado persistentemente por controlar la inflación, que se ha mantenido elevada tras la crisis energética provocada por la invasión rusa de Ucrania, en febrero de 2022.
Según las últimas previsiones de la Comisión, la tasa de inflación general de Bulgaria aumentará al 3,6% este año, muy por encima de la media de la eurozona (2,4%).
Sin embargo, Bruselas señaló que la tasa media de inflación de Bulgaria entre mayo de 2024 y abril de 2025 fue del 2,7%, lo cual cumple el criterio de situarse por debajo del «valor de referencia» del 2,8%, calculado añadiendo 1,5 puntos porcentuales a la tasa media de inflación de los tres países de la zona del euro donde las presiones sobre los precios son más débiles.
Bruselas prevé además que la inflación búlgara retroceda hasta el 1,8% en 2026, a medida que desaparezca el impacto del IVA al pan y los restaurantes aplicado a principios de este año, y se moderen los salarios.
El anuncio de Bruselas es una importante victoria para el gobierno de Sofía.
El ejecutivo en minoría del primer ministro conservador, Rosen Zhelyazkov, el Banco Central búlgaro y la mayoría de las fuerzas parlamentarias del país apoyan la adhesión al euro, con el argumento de que la medida impulsará el comercio y reducirá los costes de las transacciones financieras en una economía dependiente de las exportaciones.
Por otro lado, señalan que la adhesión a la zona de la moneda única proporcionará a Sofía un mayor control de la política monetaria al permitir que el director de su banco central, Dimitar Radev, forme parte del Consejo de Gobierno del BCE, principal órgano de fijación de tipos del banco.
Aunque la moneda búlgara, el lev, está vinculada al euro desde 1999, el país no tiene actualmente ninguna influencia en la política del BCE.
El anuncio de Bruselas se produce pocas semanas después de que se produjeran fuertes protestas en decenas de ciudades del país por el temor de muchos ciudadanos a que el cambio de moneda provoque fuertes subidas de precios, especialmente de los alimentos.
Las protestas contaron con el apoyo del partido de extrema derecha Revival, tercera fuerza política de Bulgaria, y por el Presidente, Rumen Radev. Ambos han pedido un referéndum sobre la entrada en el euro, pero el Parlamento y los tribunales les han puesto trabas.
Los altos niveles de corrupción y años de inestabilidad política también han alimentado el sentimiento antisistema en el país, donde el PIB medio per cápita es de sólo 24.200 euros, el más bajo de la UE.
Fuentes de la Comisión restaron importancia a la inquietud por una posible subida de precios, alegando que la experiencia (de otros socios europeos) indica que el aumento total de precios tras la adhesión será «muy pequeño, casi marginal»
En ese sentido, las fuentes de Bruselas advirtieron de que las autoridades europeas y búlgaras «vigilarán» la situación para garantizar que las empresas no se aprovechen del cambio de moneda subiendo los precios hasta niveles injustificados.
Bulgaria es el segundo país europeo que se suma al euro esta década, después de Croacia.
Muchos de los 27 Estados miembros de la UE siguen aún marcados por el recuerdo de la crisis de la eurozona en la década de 2010, que estuvo a punto de desencadenar la desintegración de la unión monetaria.
El Parlamento Europeo y el resto de Estados miembro de la eurozona deben dar luz verde formal a la adhesión de Bulgaria. La aprobación final podría producirse el 8 de julio.
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(Editado por Martina Monti/Euractiv.com y Fernando Heller/Euractiv.es)
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