Londres (Euractiv.com/.es) – El acuerdo de «reajuste» o «reinicio» de relaciones entre Reino Unido y la Unión Europea (UE) generó una ola de airadas reacciones entre los euroescépticos británicos, con acusaciones de «traición» al acuerdo de divorcio, pero eso tampoco significa que quienes siguen haciendo campaña para intentar revertir el Brexit estuvieran tampoco demasiado alegres.
La reacción de la derecha británica y de la prensa conservadora era previsible. Pero menos obvio era saber cómo se recibiría el acuerdo por parte de quienes lamentan haber abandonado la UE, quienes, según la encuesta de YouGov publicada el martes de esta semana, representan ahora el 56% de los británicos, frente al 32% que cree que se tomó la decisión correcta.
Muchos, incluidos casi todos los grupos empresariales excepto los pescadores, se mostraron en general satisfechos ante la perspectiva de una reducción de las barreras comerciales, tras los acuerdos del lunes.
Pero esa tarde, a las puertas de Downing Steet, donde vive y trabaja el primer ministro laborista, Keir Starmer, un pequeño grupo de manifestantes expresó su profunda decepción.
No iban vestidos de rojo, blanco y azul, colores de la bandera británica, sino con camisetas azules y boinas con las 12 estrellas doradas de la bandera de la UE.
Eran Grassroots for Europe, un grupo de activistas cuya misión, según su página web, es impulsar el regreso de Reino Unido a la UE «lo antes posible».
Vinieron a Londres para, como dijo Colin Gordon, «demostrar que los británicos están hartos del Brexit».
El acuerdo, subrayó Starmer, mantiene intactas las conocidas líneas rojas del Brexit del Reino Unido: ni regreso al mercado único, ni unión aduanera, ni libertad de movimientos.
Entonces, ¿están decepcionados? «Es un comienzo», comenta Gordon.
Pero el acuerdo sólo podría traducirse en una diferencia «mínima» a favor de la economía británica, que ha pagado un elevado coste por el Brexit.
Steve Rouse, fundador de la compañía proeuropea Dance Europa -a la que incluso el arquitecto del Brexit, Nigel Farage, ha elogiado por sus espectáculos callejeros de alta tensión-, opina lo mismo, aunque añade que Starmer ha mostrado «cierto coraje» en su reajuste. Esperaba que Gran Bretaña finalmente «eligiera la alegría y la amistad sobre el resentimiento y la división».
De izquierda a derecha: Colin Gordon, Gareth Steele y Steve Rouse, de Grassroots for Europe, ante Downing Street el lunes
¿Hacer que el Brexit funcione?
El ex primer ministro conservador Boris Johnson ganó las elecciones de 2019 con una campaña para «hacer que el Brexit funcione».
Starmer apoyó al principio un controvertido segundo referéndum, pero tras asumir el liderazgo laborista en 2020 prometió «hacer que el Brexit funcione.»
En el acuerdo de «reajuste» del lunes se reescribieron algunas partes del Brexit de Johnson.
Pero a diferencia de los tabloides, los manifestantes no estaban convencidos de que Starmer lograra romper el Brexit.
«Si todo es ‘hacer que el Brexit funcione’ y los británicos pierden interés [en volver a unirse], entonces nos quedaremos en una gris tierra de nadie, lo que sería una tontería», comenta Rouse.
Por su parte el ex diputado liberal demócrata Nick Harvey, que formó parte del gobierno de coalición del premier David Cameron junto a muchos de los partidarios del Brexit, considera que el mantra de «hacer que el Brexit funcione» es «defectuoso en sí mismo».
El acuerdo para que Reino Unido converja con la UE en alimentos y energía es «muy valioso», comenta Harvey, que ahora se desempeña como director general de European Movement UK, la rama británica del conocido grupo de presión federalista.
«Es un pequeño paso hacia una eventual reincorporación», añade. Al igual que los manifestantes, revertir el Brexit forma parte de la misión de European Movement UK, según su página web.
Sin embargo, en el debate de casi dos horas sobre el acuerdo con la UE, celebrado el martes en el Parlamento, la palabra «reincorporación» solo se mencionó tres veces, a pesar de que Harvey calcula que «aproximadamente el 85%» de los diputados votaron por la permanencia» en la UE, en el referéndum.
«Habría apoyo parlamentario para ir mucho más allá del acuerdo, pero llevará tiempo», comenta.
Otro grupo muy euro entusiasta es el de los jóvenes, que tras el acuerdo del lunes podrían ver pronto resurgir los intercambios Erasmus con el continente.
La mayoría de los británicos menores de 30 años eran demasiado jóvenes para votar en 2016, mientras que la mayoría de los mayores de 65 votaron por la salida.
«Los jóvenes británicos merecen las mismas oportunidades de las que disfrutan la mayoría de sus coetáneos en el continente», comentó a la emisora Sky News Alfred Quantril, presidente de la sección juvenil del Movimiento Europeo del Reino Unido .
Pero la división generacional no siempre se mantiene. Magdalena Williams, funcionaria jubilada y activista por la reincorporación que estuvo en la manifestación de Downing Street, dijo estar contenta con el acuerdo porque, «a decir verdad, no esperaba gran cosa»
«Pero, por supuesto, nunca es suficiente para mí porque el tiempo vuela. No estoy rejuveneciendo», subraya.
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(Editado por AW/Euractiv.com y Fernando Heller/Euractiv.es)
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