Antalya (Turquía/Euractiv.com/.es) – Las apetencias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por apoderarse de Groenlandia han relegado a un segundo plano los problemas de seguridad en el Ártico, lamenta el ministro noruego de Asuntos Exteriores, Espen Barthe Eide, en una entrevista con Euractiv, al tiempo que insta a la OTAN a no descuidar esa región en beneficio de la seguridad de toda Europa.
Entre los temas prioritarios que la Alianza no debería descuidar, Eide destaca la península rusa de Kola, un tramo de territorio fuertemente militarizado justo al otro lado de la frontera de Noruega y Finlandia. El ministro asegura que Noruega y otros aliados de la OTAN desempeñan un papel fundamental para brindar seguridad a la región.
///
Usted ha hablado con sus aliados de la OTAN sobre el aumento de las inversiones en defensa, lo cual para Noruega significa también invertir en la seguridad de la región ártica. ¿Qué espera de sus aliados en el Ártico?
Gran parte de nuestro ejército está desplegado en el Ártico y nuestra principal preocupación en materia de seguridad está en el Ártico. La península de Kola no es sólo una inquietud para Noruega, sino también para la OTAN. Es la mayor concentración de armas nucleares del planeta. Está justo ante nuestra puerta, literalmente. Kirkenes, la última ciudad de Noruega, está a 30 kilómetros de Rusia, y hay varias bases nucleares y militares. La tensión sigue siendo baja. Sin embargo, si hay un conflicto entre Oriente y Occidente, el Ártico sería muy relevante porque es la ruta más corta para que misiles y aviones crucen de Rusia a Norteamérica y viceversa.
¿Cómo cree que cambiará el papel de la OTAN en el Ártico en los próximos meses y años?
Habrá más presencia, más concienciación, más vigilancia, más comunicación por satélite y más énfasis en el pensamiento estratégico. Las perspectivas de seguridad se parecen más a las de la Guerra Fría que a las de los años noventa. La gran diferencia entre los 80 y los 90 es que dejamos de preocuparnos por los Estados que funcionaban y empezamos a preocuparnos por los Estados que fracasaban. Ahora, los Estados que funcionan vuelven a estar en la lista de inquietudes. Y eso hace que el Ártico sea muy importante.
¿Qué significa eso para el papel de la OTAN en la práctica?
Las inversiones son importantes a medida que nuestra actividad avanza hacia el norte. Así que acogemos con satisfacción este nuevo énfasis en el Ártico. Por ejemplo, los satélites geoestacionarios no cubren nada por encima de cierta latitud.
Noruega se ha negado sistemáticamente a albergar bases militares extranjeras permanentes en su territorio. ¿Le interesa una mayor presencia de tropas extranjeras?
Sí, nos interesan mucho más las maniobras y el posicionamiento previo. No queremos bases extranjeras permanentes en Noruega porque estamos muy cerca de Rusia, pero aprobamos la presencia frecuente [de tropas extranjeras de la OTAN para] demostraciones u operaciones conjuntas aéreas, marítimas y terrestres. Dicho esto, ciertas tareas se debería dejar en nuestras manos y no en las de la OTAN, porque son menos hostiles para Rusia, entre ellas las patrullas marítimas de aeronaves, la actividad naval y submarina, y la generación de inteligencia para toda la alianza.
¿Cree que se alcanzará un acuerdo para aumentar el objetivo de gasto en defensa de la OTAN al 5% del PIB antes de que finalice la cumbre de la Alianza a finales de junio?
Se ha producido un avance razonablemente bueno y podríamos llegar a un acuerdo que incluya un 3,5% de dinero «concreto» para defensa -según la contabilidad actual y relacionado con los objetivos de capacidad de defensa- más un 1,5% relacionado con los esfuerzos de seguridad y defensa que no son fuerzas militares. Eso podría llevarnos al 5%, que es lo que ha pedido Donald Trump, y contribuir a la unidad transatlántica. Pero se necesita algo más de trabajo.
Los críticos dicen que eso inflaría las cifras al contar otros tipos de gasto, y hace que parezca que los países de la OTAN invierten mucho más en defensa de lo que realmente invierten.
Sería inteligente hacer una distinción dentro de ese 5%. Deberíamos reconocer abierta y sinceramente que existen muchas capacidades de apoyo que no son militares per se, ya sean infraestructuras de transporte, capacidades de doble uso [como] aeropuertos que pueden ser tanto civiles como militares, elementos que pueden reconvertirse para fines bélicos pero que no necesitan estar dentro del sistema de defensa en tiempos de paz. Pero eso también tendría que definirse.
Sabemos que muchos países de la OTAN tendrán dificultades para cumplir el objetivo. Entonces, ¿qué valor tiene fijar un objetivo tan elevado aparte de demostrar cercanía con Estados Unidos?
El objetivo del 3,5% de gasto militar es muy duro para muchos, pero está al alcance de la mano.
///
(Editado por BTS/Euractiv.com y Fernando Heller/Euractiv.es)
The post ENTREVISTA: La frontera ártica rusa debería ser prioritaria para la OTAN, asegura Noruega appeared first on Euractiv.es.