La UE cierra filas con Ucrania y se «rearma» pero duda sobre cómo pagar la «factura»

Bruselas (Euractiv.com/.es) – Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) reafirmaron el jueves por la noche en la cumbre de Bruselas su compromiso de “rearmar” al bloque ante los nuevos desafíos de seguridad al tiempo que reiteraron su mensaje de unidad con Ucrania, del cual se desmarcó el primer ministro “ultra” de Hungría, Viktor Orbán.

Tal como había previsto el Presidente del Consejo Europeo, António Costa, el Consejo Europeo de Bruselas de este jueves se centró en debates estratégicos, al margen de disputas sobre palabras o semántica.

No obstante, la cita de Bruselas también estuvo marcada por la imprevisibilidad.

A diferencia de hace dos semanas, cuando los líderes del bloque introdujeron cambios de última hora en el borrador de conclusiones, esta vez el texto final focalizado en competitividad, defensa y Ucrania se mantuvo en gran medida inalterado.

Ni siquiera el creciente distanciamiento entre el ultranacionalista y prorruso Orbán  y el resto de líderes de la UE fue el principal motivo de discordia.

Tal como estaba previsto, sólo 26 líderes de la UE alcanzaron un consenso sobre Ucrania.

Aunque el texto final de la cumbre no aporta nuevos compromisos, sí refleja la «nueva normalidad», con palabras más contundentes, tomando distancia de la postura de Budapest.

En ese sentido, Costa intentó restar importancia a la ruptura de la unidad del bloque y evitó señalar con el dedo a Hungría. Budapest simplemente mantiene “una posición diferente” acerca de «cómo apoyar a Ucrania para lograr la paz», señaló el socialista portugués.

Aunque de sobra conocida la postura filorrusa de Hungría (compartida por el primer ministro eslovaco, Robert Fico), el resto de líderes europeos tampoco tienen claro aún cómo reforzar el “rearme” de Kiev.

Dudas sobre el “Plan Kallas” y polémica propuesta de Sánchez

El denominado  «plan Kallas» -una propuesta que contempla gastar 5.000 millones de euros en dos millones de cartuchos para Kiev de forma voluntaria entre los socios- se quedó sorprendentemente fuera de las conclusiones.

Los líderes de la UE tomaron nota de la idea, sin profundizar en ella.

Las diferencias de puntos de vista entre los líderes quedaron patentes cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, puso nuevamente sobre la mesa la idea de nombrar un “enviado especial de la UE” para “empotrarse” en las conversaciones de paz entre Estados Unidos y Rusia y facilitar que el bloque comunitario hable con una sola voz en la crisis.

Según señalaron el jueves por la noche varias fuentes presentes en las negociaciones a puerta cerrada en el recinto del Consejo, Kallas –supuestamente la “cara visible” de la política exterior comunitaria- se sintió ofendida por la propuesta del jefe del gobierno y líder del PSOE (S&D).

En la rueda de prensa final del Consejo, Sánchez reafirmó el jueves por la noche la unidad del bloque con Kiev.

“La seguridad de Ucrania y Europa están íntimamente relacionadas. Ha llegado el momento de reforzar nuestra seguridad y defensa desde la propia Unión Europea, unidos como europeos”, subrayó.

Por otro lado, reclamó a la UE hacer pedagogía para explicar que el aumento del gasto en seguridad que se necesita no se limita a un «rearme», concepto que rechazó.

A pesar de su desacuerdo con Bruselas en el concepto de “rearme” reiteró el compromiso de España de alcanzar el 2 % del PIB en defensa antes de 2029, la fecha inicial prevista. Madrid gasta actualmente el 1,8 del PIB nacional en defensa.

Además, reiteró su deseo de que la UE ponga en marcha un mecanismo de subvenciones y no sólo de préstamos a los países para su gasto en la materia, los cuales deberían canalizarse de manera prioritaria a los países más amenazados por Rusia, los escandinavos y bálticos.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, intervino para informar a los líderes de la UE sobre la última oleada de ataques rusos, sus conversaciones con Estados Unidos y los próximos pasos hacia la paz.

Pero, según fuentes presentes en la reunión, “hubo consenso (entre los líderes) al afirmar que en este momento no se están llevando a cabo negociaciones reales (de paz”.

Polémica sobre el mercado de capitales

A la pregunta de si la UE corre el riesgo de debilitar su firme compromiso de apoyo militar y financiero a Ucrania, Costa subrayó que la cita de Bruselas estuvo centrada más en asuntos de competitividad que en decisiones de calado, vinculantes sobre Ucrania.

Sobre ese tema, los jefes de Estado y de Gobierno de la UE acordaron por unanimidad -aunque en términos muy generales– impulsar la competitividad del bloque, reducir la burocracia e integrar el mercado único de la energía y los capitales.

El debate sobre una posible «guerra comercial» con Estados Unidos –tras las imposición de nuevos aranceles- mantuvo a los líderes de la UE «muy ocupados» en sus debates, según declaró a la prensa el primer ministro belga, Bart De Wever, en la noche del jueves, al término del Consejo.

Las reiteradas amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer nuevos gravámenes a productos europeos «crea mucha incertidumbre, y la incertidumbre es, por supuesto, en la economía, siempre lo último que se quiere (…)”, comentó  De Wever.

El previsible acalorado debate sobre la integración y la supervisión centralizada de los mercados de capitales, que algunos temían pudiera provocar un duro enfrentamiento entre el primer ministro luxemburgués, Luc Frieden, y el presidente de Francia, Emmanuel Macron, no fue tal y el asunto se abordó sin mayores roces.

Ese contexto propicio al acercamiento se logró gracias a los denodados esfuerzos de la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, y de la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, quienes intentaron tranquilizar a los socios más pequeños del bloque, abanderados por Luxemburgo, inquietos por el impacto de esa futura  centralización, según informaron fuentes diplomáticas.

Luxemburgo y otros Estados miembros más pequeños del bloque creen que el interés de París en impulsar esa supervisión centralizada sea una estrategia premeditada de Francia para reforzar su papel en la materia, ya que –entre otras consideraciones- el organismo de vigilancia de los mercados financieros de la UE tiene su sede en la capital francesa.

Tanto Francia, como el BCE y la Comisión Europea sostienen que centralizar la supervisión de los mercados de capitales del bloque es fundamental para canalizar los ahorros de los ciudadanos de la UE a inversiones productivas.

El ejecutivo de la UE calcula que una «Unión del Ahorro y la Inversión» plenamente integrada impulsaría la inversión del sector privado en 470.000 millones de euros al año.

Tímidos primeros pasos en “rearme”

En el marco del debate sobre defensa y seguridad se planteó la necesidad de canalizar rápidamente fondos europeos para reforzar ese pilar sin descuidar los presupuestos nacionales, y más en estos tiempos de débil coyuntura.

En ese sentido, los líderes de la UE instaron a Bruselas a explorar nuevas opciones de financiación, justo un día después de que el ejecutivo comunitario presentara una larga lista de ideas – el Libro Blanco de Defensa- entre ellas préstamos por valor de 150.000 millones de euros, más deuda y la reconversión de los actuales presupuestos en la materia.

El momento para activar planes de endeudamiento conjunto en el bloque con ese fin parece no estar aún maduro a pesar de que Macron se mostró el jueves por la noche «convencido» de que el endeudamiento conjunto es necesario para apuntalar la defensa del bloque.

A pesar de que la UE está inmersa en una fase de “rearme” o refuerzo defensivo, a varios socios, entre ellos España, con Sánchez a la cabeza o Italia prefieren evitar ese concepto.

¿Cuestiones “semánticas” en torno al “rearme” de Europa?

Preguntada por esta cuestión, Von der Leyen, prefirió usar el término más amplio de  «defensa» europea. «Empezamos con una definición relativamente limitada, pero ahora el concepto se ha ampliado a la preparación 2030″, fecha en la cual la UE –según la propuesta del Libro Blanco- debería estar “preparada” ante una hipotética guerra, si se produjera, con sus propios recursos.

En cuestión de política migratoria, los jefes de Estado y de Gobierno de la UE tomaron nota de los avances logrados hasta la fecha, pero no tomaron ninguna nueva decisión vinculante.

El esfuerzo del bloque comunitario en la materia se centra ahora en apuntalar la «dimensión exterior» mediante «asociaciones globales» con terceros países, un paso que se considera esencial para poder completar el sistema europeo de retorno, actualmente en funcionamiento tras la nueva propuesta de Bruselas sobre “devoluciones”.

En ese sentido, según quedó reflejado en una carta enviada hace pocos días por Von der Leyen a los líderes europeos, los “terceros países seguros” y los “países de origen seguros” son dos conceptos clave sobre los cuales la UE debería incidir en materia de política migratoria.

Ambos conceptos estarán en el centro de los debates al tiempo que Bruselas se prepara para presentar una revisión en las próximas semanas.

El «polvorín» de Gaza y Oriente Medio

Por otra parte, en relación a la situación de tensión en Oriente Medio, los jefes de Estado y de Gobierno –los 27 en este caso- condenaron la pérdida de vidas humanas en Gaza y pidieron «la vuelta inmediata a la plena aplicación del reciente acuerdo de alto el fuego y la liberación de rehenes».

Por otro lado, acordaron «seguir analizando» posibles revocaciones de las sanciones de la UE a Siria a medida que el país avance hacia una «transición pacífica e integradora».

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[Editado porMM/VP/Euractiv.com y Fernando Heller/Euractiv.es]

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