El Bundestag despeja el camino para el multimillonario paquete de inversiones de Merz

Berlín (Euractiv.de/.es) – El Parlamento alemán despejó este martes el camino para la aprobación del paquete multimillonario que reforzará la inversión en defensa e infraestructuras, propuesto por el futuro canciller y líder de la conservadora CDU (PPE), Friedrich Merz. La medida aún debe pasar el escrutinio del Bundesrat este viernes.

La enmienda de reforma de la Carta Magna alemana, que suaviza el “freno de la deuda” y allana el camino para eximir de esa medida el aumento de los gastos en defensa, seguridad e infraestructuras, necesitaba de una mayoría de dos tercios.

La histórica votación de este martes, conseguida gracias a la actual mayoría del “viejo Bundestag”, antes de que sesione la nueva Cámara la semana próxima (y cambien las mayorías, lo cual habría dificultado la votación), desbroza el camino también para el próximo gobierno de coalición entre la democristiana CDU/CSU y el Partido Socialdemócrata (SPD/S&D).

“Es una nueva era para Europa, para Alemania, para la OTAN –y especialmente para las próximas generaciones. Hoy también se trata de la seguridad de nuestros hijos y nietos”, ha asegurado esta tarde el ministro de Defensa en funciones, Boris Pistorius (SPD)

La medida clave fue la aprobación de una enmienda a la Constitución que exime del “freno de la deuda” los gastos de defensa y seguridad por encima de cierto nivel, además de la aprobación de un fondo especial de 500.000 millones de euros para gastos en infraestructuras, muchas de las cuales están muy deterioradas por una crónica falta de mantenimiento

Por otro lado, se flexibilizó la hasta ahora estricta norma de endeudamiento de los estados federados (länder) alemanes.

Durante la votación, 513 diputados se pronunciaron a favor de las enmiendas, 207 votaron en contra y no hubo abstenciones.

La mayoría de dos tercios exigía 489 votos a favor de la propuesta.

¿Cuál es el compromiso final?

El acuerdo original fue pactado por el bloque de centro-derecha de la CDU y su aliado bávaro, la CSU, y el SPD para liberar a su futura coalición de las restricciones de las estrictas normas constitucionales alemanas sobre deuda, basadas principalmente en dos pilares. 

El primer pilar era la exención de los gastos de defensa superiores al 1% del PIB del freno de la deuda, una cláusula constitucional que limita el déficit estructural de Alemania al 0,35% del PIB.

Con ello se elimina de hecho el límite para futuros gastos de esa categoría.

El segundo pilar es un fondo especial extrapresupuestario, dotado con 500.000 millones de euros, que se invertirá para modernizar las –muchas veces- obsoletas infraestructuras alemanas.

Cada propuesta requiere una mayoría de dos tercios para adaptar la Constitución alemana, por lo que Merz y el SPD tuvieron que convencer a los Verdes con una serie de concesiones, entre ellas las siguientes:

La definición de «gasto de defensa» también eximirá del freno de la deuda a la ayuda a Ucrania, la ciberseguridad, la defensa civil y los servicios de inteligencia.

Cerca de 100.000 millones de euros del fondo de infraestructuras irán a parar a un fondo especial ya existente, que debería apuntalar los objetivos de Alemania de emisiones netas cero.

El fondo no podrá utilizarse para la financiación cruzada de proyectos existentes, lo que se supone que evitará el uso de los nuevos márgenes fiscales para proyectos de poco interés.

¿Qué pasa si no se aprueba?

Sería difícil imaginar cómo los democristianos y el SPD podrían ponerse de acuerdo sobre un programa de gobierno que aborde las numerosas necesidades acuciantes que acechan al país sin ese margen fiscal adicional.

Eso incluye una economía en recesión, estrangulada por la debilidad industrial y unas infraestructuras que crujen. Alemania apuesta también por rearmarse, en medio de la incertidumbre sobre el futuro compromiso de seguridad de Estados Unidos en Europa y la creciente amenaza de Rusia.

En el mejor de los casos, eso retrasaría la formación de coaliciones y frenaría al futuro gobierno; en el peor, podría llevar a unas elecciones anticipadas.

La coalición podría intentar aprobar una reforma más amplia del freno a la deuda con el nuevo Parlamento electo.

Pero eso será mucho más difícil, ya que la izquierda más radical (Die Linke) y los “ultra” de Alternativa para Alemania (AfD) mantienen una minoría de bloqueo contra los cambios constitucionales. La Izquierda se opone al gasto adicional en defensa, mientras que es poco probable que la AfD coopere con los partidos del establishment.

¿Cuáles son los puntos de controversia?

La CDU apuesta por la frugalidad en el gasto. La cuantía de la nueva deuda incomoda a algunos legisladores, al igual que el hecho de que los ambiciosos objetivos de emisiones netas cero vayan a figurar en la Constitución alemana si se le añade el nuevo fondo especial.

Algunos diputados del SPD y los Verdes están resentidos con Merz por su perfil   conservador acérrimo y sobre todo por su dura campaña electoral contra la izquierda y los Verdes, que incluyó un acercamiento y una votación conjunta de la CDU y la AfD en el Parlamento.

¿Se aprobará finalmente el paquete?

La CDU, el SPD y los Verdes suman entre todos 520 votos, 31 más de los necesarios para una mayoría de dos tercios.

Sin embargo, habrá rebeldes y ausentes. Una diputada de Los Verdes ha declarado públicamente que votará en contra del paquete. El lunes por la tarde, el SPD esperaba un ausente y un rebelde. El poder del partido sobre sus legisladores se debilita, ya que algunos diputados no volverán a su grupo parlamentario en el nuevo Parlamento.

¿Qué viene después de la votación?

Tras la aprobación del paquete, habrá un obstáculo más: los cambios en la Constitución requieren una votación de confirmación adicional en la cámara federal del Parlamento, el Bundesrat, prevista para el viernes. 

Los 69 diputados de esta Cámara son elegidos por los gobiernos regionales de Alemania, 46 de los cuales deberán votar a favor para que se apruebe el paquete.

Sin embargo, los Estados regionales sólo pueden votar a favor si hay acuerdo interno entre los respectivos gobiernos de coalición. Los gobiernos estatales formados exclusivamente por cualquiera de CDU, SPD y Verdes sólo tienen 41 votos. 

Sin embargo, el martes, el gobierno bávaro, que incluye a los aliados de Merz, la Unión Socialcristiana (CSU) y los liberal-conservadores de Electores Libres, anunció que votaría a favor. Esto elevaría el apoyo a 47 votos.

¿Pueden los tribunales frenar la medida?

El Tribunal Constitucional alemán ha rechazado varios recursos de urgencia contra el planteamiento de Merz, entre ellos de diputados de la Izquierda, la AfD y los liberales del FDP.

Algunos argumentaron que sería inconstitucional que el antiguo parlamento aprobara una legislación tan trascendental cuando ya se ha elegido un nuevo parlamento. Otros alegaron que el periodo de consulta era demasiado corto para que los diputados pudieran tomar una decisión con conocimiento de causa.

El Tribunal señaló que el antiguo parlamento sigue reunido y puede tomar decisiones hasta que se reúna el nuevo parlamento, hasta 30 días después de las elecciones.

En cuanto al periodo de consulta, se negó a bloquear la votación mediante una resolución de urgencia, aunque el periodo pudiera haber sido demasiado corto. Una decisión precipitada para bloquear la votación habría sido irreversible si el tribunal se pronunciaba más tarde a favor de la medida de Merz, ya que es poco probable que el nuevo parlamento la apruebe.

Aunque ya no hay obstáculos legales a corto plazo para la votación, el tribunal aún puede pronunciarse en contra de la medida más adelante.

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(Editado por Euractiv.com y Fernando Heller/Euractiv.es)

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