Breve guía para no perderse en la compleja madeja de los «eurobonos»

Bruselas (Euractiv.com/.es) – Es probable que quienes se interesan de vez en cuando por conocer mejor el complejo entramado normativo de la Unión Europea (UE) se hayan topado con términos como empréstito común, a veces denominado deuda común, deuda conjunta, empréstito conjunto o eurobonos.

Es una de las cuestiones más controvertidas que debaten actualmente los jefes de Estado y de Gobierno de la UE. Ello se debe en gran parte a que Francia y Alemania, el «motor» de la construcción comunitaria, discrepan sobre el tema: París lo apoya y Berlín se opone rotundamente.

De hecho, el tema es tan espinoso que algunos diplomáticos de la UE han instado, literalmente, a no debatirlo, al menos por ahora.

«Es un debate polémico porque muchos Estados miembros no se ponen de acuerdo sobre la financiación de la deuda para defensa ni para ninguna otra cosa», comenta a Euractiv un diplomático comunitario, al tiempo que añade que los socios del bloque deberían dar prioridad a alcanzar un consenso sobre qué proyectos requieren financiación común de la UE.

«Si se empieza a debatir sobre financiación, no se hablará del resto», subraya.

Pero, ¿en qué consiste exactamente este debate? ¿Por qué es tan controvertido? ¿Cuáles son los argumentos a favor y en contra de los eurobonos? ¿Y cómo puede evolucionar este debate en los próximos meses?

La idea básica

Aunque las propuestas individuales difieren, la idea básica que subyace al endeudamiento conjunto es la siguiente:

Primer paso. La Comisión Europea recauda fondos en nombre de la UE endeudándose en los mercados de capitales, es decir, emitiendo bonos de la UE.

Segundo paso. El dinero se utiliza para financiar inversiones esenciales de tres maneras:

  1. Se gasta directamente en la UE.
  2. En forma de préstamos a los Estados miembros, que se devuelven a la Comisión.
  3. En forma de subvenciones a los Estados miembros, que no tienen que devolver individualmente, sino que son reembolsadas de manera colectiva por los 27 Estados miembros de la UE.

¿No lo está haciendo ya la Comisión?

Sí, pero no como le gustaría a la mayoría de los partidarios de los eurobonos.

Hay dos ejemplos principales de planes de empréstito conjunto en curso o anunciados recientemente.

(1) El plan«Rearm Europe» de la Comisión Europea. Presentado y aprobado por los Estados miembros a principios de este mes, incluye una propuesta de 150.000 millones de euros en préstamos a los Estados miembros para financiar inversiones en defensa de interés «paneuropeo», como sistemas de defensa cibernética, aérea y antimisiles. (Se trata de un plan de préstamos conjuntos «(2)», según el esquema de clasificación presentado en la sección anterior).

(2) El fondo de la UE para la recuperación post pandemia. Conocido formalmente como programa Next Generation EU (NextGenEU), ofrece 800.000 millones de euros en préstamos y subvenciones a los Estados miembros para financiar inversiones ecológicas, digitales y otras inversiones esenciales (excluida la defensa) a cambio de determinadas reformas. (Se trata de un híbrido de un plan de préstamos conjuntos (2) y (3))

¿Por qué se habla tanto de préstamos conjuntos?

Por dos razones.

En primer lugar, porque Europa tiene enormes necesidades de inversión que, según muchos analistas, sólo se pueden satisfacer emitiendo más eurobonos. El ex primer ministro italiano Mario Draghi afirmó recientemente que la UE debería aumentar las inversiones en al menos 750.000 millones de euros al año, es decir, el 4,4% del PIB anual del bloque, y que esas inversiones deberían financiarse, al menos en parte, mediante la emisión de deuda común de la UE.

En segundo lugar, porque los planes mencionados no son exactamente lo que la mayoría de los partidarios de los eurobonos tenían en mente en un principio.

El plan de préstamos ReArm Europe (cuya nomenclatura no ha gustado ni a España ni a Italia), por ejemplo, se limita específicamente a inversiones en defensa. Sin embargo, los partidarios de los eurobonos sostienen que los empréstitos conjuntos deberían utilizarse para financiar una gama mucho más amplia de inversiones, por ejemplo  infraestructuras, redes energéticas, investigación básica y cambio climático; en resumen, en bienes públicos europeos.

«Los bienes públicos europeos son sin duda una de las principales razones para recaudar fondos a nivel europeo y gastarlos a nivel europeo», asegura Philipp Lausberg, analista del European Policy Centre.

En cambio, NextGenEU ha sido criticado por no incluir la defensa entre sus inversiones permitidas. Además, algunos sostienen que el dinero se ha gastado en proyectos que benefician a Estados miembros concretos y no a la UE en su conjunto.

«Hay que gastar el dinero en la UE», subraya Lausberg, quien lamenta que una gran proporción de los fondos de NextGenEU fueran «gastados por los Estados miembros (..) en sus intereses nacionales».

Sin embargo, quizá la razón más importante por la cual se habla tan a menudo del endeudamiento conjunto es que NextGenEU expira en 2026.

Y tampoco se prevé que se renueve, dada la firme resistencia de Alemania, Países Bajos y otros Estados miembros «frugales» (en su mayoría del norte de Europa).

¿Cuáles son los argumentos a favor del endeudamiento conjunto?

Hay varios, y la mayoría están relacionados entre sí.

En primer lugar, muchos Estados miembros se endeudan actualmente a tipos considerablemente más altos que si la Comisión Europea lo hiciera en su nombre. Por eso, al emitir deuda común de la UE, muchos países se ahorran tener que pagar tipos de interés innecesariamente altos.

(Alemania y los Países Bajos, por su parte, se endeudan a un tipo considerablemente inferior al de la UE, lo que, posiblemente, explique su rechazo al endeudamiento conjunto)

«Hay países concretos -y me viene a la mente Francia- que están completamente ‘endeudados'», asegura Maria Demertzis, directora del Programa de Estrategia Económica y Finanzas de The Conference Board Europe.

«Si se endeudaran [más], podrían tener problemas», agrega.

Un segundo argumento, relacionado con el anterior, a favor de la deuda común de la UE es que las normas fiscales del bloque -que limitan los déficits al 3% y los niveles de deuda al 60% del PIB anual- prohíben de hecho a muchos Estados miembros endeudarse más por su cuenta sin incurrir en la ira de Bruselas, ya que muchos países del bloque tienen niveles de deuda iguales o superiores a esos límites.

De hecho, ocho Estados miembros, entre ellos Francia e Italia, ya están sujetos a un «procedimiento de déficit excesivo», es decir, a una amonestación formal de Bruselas por rebasar el umbral presupuestario del bloque.

Pero la principal razón para el endeudamiento conjunto es facilitar las inversiones que los Estados miembros, por diversas razones, son reacios a financiar.

«Yo no diría que el menor coste de los empréstitos sea un argumento de peso para aumentar el endeudamiento de la UE», afirma Zsolt Darvas, investigador principal de Bruegel, un grupo de reflexión con sede en Bruselas. «Yo diría más bien que la razón es, sencillamente, que los países no tienen previsto hacer tanta inversión adicional, [y] necesitamos mucha inversión pública»

¿Cuáles son los argumentos en contra del endeudamiento conjunto?

Hay dos principales.

El primero es que el programa emblemático de endeudamiento conjunto que ha existido hasta la fecha -NextGenEU- ha sido, según algunos, un fracaso estrepitoso.

Los críticos señalan el bajo nivel de utilización, con decenas de miles de millones de euros aún sin solicitar a pesar de que el fondo expira el año que viene.

Además, señalan los altos niveles de corrupción en relación con el sistema y el hecho de que está excesivamente centralizado, con una aportación mínima de las regiones de la UE.

El segundo argumento en contra del endeudamiento conjunto es que, a la larga, habrá que devolver el dinero. Por tanto, la emisión de eurobonos no hace sino aplazar la inevitable crisis fiscal.

Algunos Estados miembros, sobre todo los Países Bajos, señalan que a partir de 2028 tendrán que desembolsar unos 30.000 millones de euros al año para devolver la deuda acumulada de NextGenEU, lo que equivale a una quinta parte del presupuesto ordinario de la UE.

Los partidarios de los eurobonos suelen responder al primer argumento aduciendo que se trata de problemas específicos de NextGenEU que no se aplican al endeudamiento conjunto per se. Algunos también afirman que es demasiado pronto para afirmar que no se utilizarán todos los fondos de NextGenEU.

En cuanto al segundo argumento, algunos sostienen que la deuda de NextGenEU debería simplemente «refinanciarse», reembolsando únicamente el tipo de interés, y no el principal, al menos por ahora.

«Una buena opción sería simplemente refinanciar», comenta Darvas, al tiempo que añade que  «Es lo que hacen todos los gobiernos. Países Bajos Alemania, todos los países lo hacen», subraya.

¿Cuál será la conclusión de este debate?

Factores estructurales -incluidas las enormes necesidades de inversión de Europa, sobre todo en defensa e inversiones climáticas- hacen prever que esta cuestión seguirá muy presente en un futuro próximo.

Pero las divisiones entre los Estados miembros están muy arraigadas. De hecho, un funcionario europeo familiarizado con los detalles de una reciente reunión de ministros de Economía de la UE sugirió que los Estados miembros siguen tan divididos «como siempre».

«Aunque algunos países plantearon que querían explorar la posibilidad de pedir préstamos conjuntos, otros se opusieron y dijeron que les resultaría muy difícil», afirmó la fuente.

Darvas también expresó su pesimismo. «Me temo que, en la actualidad, todavía no existe la voluntad política», subrayó.

Otros analistas, sin embargo, señalaron la reciente decisión de Alemania de suavizar el «freno de la deuda» para financiar un programa de inversión de un billón de euros como prueba de que las cosas podrían cambiar pronto.

«En realidad, pensaba que los alemanes aceptarían más rápido la deuda común que el cambio del freno de la deuda», comenta Demertzis. «Así que creo que lo conseguiremos», agrega.

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[Editado por DE/BTS/Euractiv.com y Fernando Heller/Euractiv.es]

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